Pasó la época en que las comuniones se parecían a las bodas, se acabaron las decenas de invitados, los grandes restaurantes de banquetes, las tartas de cuatro pisos. Pasaron también los años de comuniones más discretas e incluso informales. Y llegamos así a la época actual, en la que las comuniones se han convertido en eventos, con los niños como protagonistas y al servicio de todas las normas que marca el buen gusto y la exclusividad.
Ahora las comuniones parecen más discretas, aunque realmente eso es sólo lo que parece. Los preparativos se han multiplicado porque, al igual que ocurre con las bodas, cada detalle cuenta.
VESTIDOS
Cada vez se ven menos trajes de almirante y marinero para ellos. Ahora la moda se centra en los trajes de chaqueta en sus múltiples convinaciones, con corbata o pajarita, con o sin amerciana,con pantalón corto o en tejidos naturales.
En el caso de las niñas, el abanico es aun más amplio. Se alejan en muchos casos de los pequeños vestidos de novia que se han llevado durante décadas. Ahora las tendencias son de lo más variopinto, de la estética vintage a los cortes clásicos, los contemporáneos que incluyen incluso pantalones palazzo o faltas cortas, los de bailarina, los toques de color en fajines o complementos, las botonaduras o los aires ibicencos.
TODO PERSONALIZADO
La comunión se ha convertido actualmente en un evento único y la personalización es un buen ingrediente para ello. Menús personalizados, sellos con el nombre del niño, álbumes de scrapbooking con fotos del protagonista... Las opciones son múltiples.
LA CELEBRACIÓN
Los grandes banquetes que incluían hasta a los primos segundos ya pasaron a la historia. Ahora suelen ser celebraciones más íntimas con la familia más cercana y, en muchos casos, una ampliación del número de invitados a la hora del café. Ya no se llevan los grandes salones de bodas sino los sitios más exclusivos, más íntimos, incluso las fincas familiares.
LOS DULCES
Las grandes tartas de varios pisos con el muñequito de comunión en lo más alto han desaparecido para dar paso a las mesas de chuches o carritos de helado. También en este caso personalizados con el nombre del niño, sus dulces favoritos, la gama del color que más le gusta o incluso su cara en las galletas.
LOS REGALOS
Aquí es donde se ha producido uno de los cambios más notables. El rottring, el compás, la Nancy comunión y el reloj y la cámara analógicas, han dado paso a un abrumador abanico de regalos y tecnología de última generación. Incluso la bici se ha quedado corta. Ahora el indispensable es la tablet, el viaje a Eurodisney o incluso el teléfono móvil.
LAS FOTOS
Las sesiones de fotógrafo de comunión se parecen más ahora a un fitting de moda, con localizaciones y escenarios naturales y con elementos personales. Los álbumes están hechos ahora de elegantes composiciones digitales y los recordatorios pasaron a mejor vida.