El presidente estadounidense, George W. Bush, declaró ayer como “zonas de desastre federal” a 11 condados del noroeste del país, para que reciban ayuda financiera del Gobierno nacional después de las fuertes tormentas que causaron inundaciones en los estados de Oregon y Washington.
La declaración del estado de emergencia ayudará a cinco condados del noroeste de Oregón y seis del sudoeste de Washington, pero no incluye asistencia para las personas.
De acuerdo con el documento que firmó Bush, el Gobierno federal reintegrará el 75% del costo que tengan las tareas de reparación en esas áreas.
Crea también un programa de subsidios que suministrará dinero federal para tomar medidas que reduzcan el daño de futuros desastres, como por ejemplo colocar cables eléctricos subterráneos.
La portavoz de la agencia federal de administración de emergencias (FEMA), dijo que se otorgarán otros tipos de asistencia y más condados podrían ser beneficiados cuando cedan las inundaciones y las autoridades puedan tener una evaluación más acertada de los daños.
Oregón y Washington fueron víctimas de severas inundaciones y deslizamientos de tierra después de las tormentas que azotaron la costa del océano Pacífico entre el 1 y el 3 de diciembre. Ocho personas murieron a causa de esas tormentas: dos en Oregón y seis en Washington, entre ellas dos montañistas.