Declaran hoy los primeros testigos en el juicio contra el ex presidente liberiano, Charles Taylor, acusado por las atrocidades que cometió durante el conflicto de 1991 a 2002 en Sierra Leona. En concreto, se enfrenta a los cargos de violación, asesinato y reclutamiento de niños soldados, ante el Tribunal Especial de la ONU para Sierra Leona (TESL).
Taylor, uno de los líderes más temidos de África, será juzgado en la Haya acusado de instigar a la violencia, los asesinatos, violaciones y al terrorismo en el país, así como de armar y apoyar a los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (FRU), a cambio de diamantes.
La guerra comenzó en 1991 después de que el cuerpo del Ejército Foday Sankoh y el Frente Revolucionario Unido tomaran las armas contra el entonces presidente Joseph Momoh. A pesar de que los rebeldes obtuvieran apoyos al principio, con el tiempo se ganaron la fama se asesinos, violadores, mutiladores y reclutas de niños como soldados.
Durante la guerra las minas de diamantes en el sureste del país tuvieron una gran trascendencia, que condujeron hacia la campaña global contra la llamada “mina de diamantes de sangre” en las zonas de conflicto por la violencia atroz allí cometida.
Las muertes durante la guerra civil se estiman en más de 50.000, en un país con seis millones de habitantes. Sierra Leona se sitúa en el penúltimo lugar del Índice de Desarrollo Humano de 2006 realizado por Naciones Unidas.