Delafé y las Flores Azules sin Facto

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Tras el éxito que lograron con 'La Luz de la mañana', su segundo disco, Delafé y las Flores Azules han perdido a Facto. Su marcha ha sido el catalizador de un tercer álbum más maduro e intimista, 'Vs. las trompetas de la muerte', producido por The Pinker Tones y a la venta a partir del 23 de marzo.

Oscar D'Aniello y Helena Miquel ya saben qué es trabajar sin Marc Barrachina -el escindido Facto- pues, recuerdan, cuando empezaron lo hicieron defendiendo en los directos el trabajo ellos dos solos, aunque luego el músico regresara para trabajar en su segundo álbum, 'La Luz de la mañana'.

“Sabemos sacar las castañas del fuego”, recalca el cantante en una entrevista con Europa Press, en la que admiten que este tercer disco, 'Vs. las trompetas de la muerte', es “un nuevo ciclo”. “Es como el primer disco, pero ha sido toda una regeneración porque al final de la gira anterior estábamos cansados y bloqueados”, señalan.

El éxito del segundo disco fue contraproducente. La victoria fue lograr convencer al público del nuevo estilo que estaban escuchando, una mezcla de pop y hip-hop -¿hip-pop?- un “rara avis en el panorama nacional”, al fin y al cabo, y embarcarse en una larga gira de más de 150 fechas, repitiendo incluso varias veces en las mismas ciudades, cada vez con mayor poder de convocatoria.

La derrota llegó entonces. “Sabíamos que nuestra promoción era ir a tocar a todas partes, hacer muchas ciudades, muchas veces... y esa ambición acabó convirtiéndose en agotamiento”, admiten los componentes de la banda, cuyo primer álbum, 'Vs. El Monstruo de las Ramblas', vio la luz en 2005, después de tres años de bolos y maquetas.

“La marcha de Facto ha sido motivante, porque estábamos bloqueados. Ha sido una regeneración que entre gente nueva en el grupo”, explican. Se refieren a Dani Acedo, miembro de Mishima -banda en la que también trabaja Óscar- y a las labores de producción, que han realizado The Pinker Tones, un reconocido dúo catalán de música electrónica.

Pero el éxito también les hizo continuar cuando parecía que descarrilaban. “Ya que hemos llegado hasta aquí, que nos ha costado mucho, vamos a tirar hacia delante”, pensaron en su momento, agotados de más de 150 conciertos, pero también animados por la respuesta del público en los directos.

UN TRABAJO DIFERENTE

Musicalmente, 'Vs. las trompetas de la muerte', es “diferente” a los anteriores trabajos del grupo, “un poco más analógico por momentos, en otros más electrónico”. Líricamente, también hay cambios, porque en toda composición se reflejan los cambios que a uno le van sucediendo con los años.

“En este disco hablamos de tristeza,

un concepto que en otros discos no aparecía. Antes (Oscar y Helena) éramos pareja, ahora ya no. Se ve también las sensaciones del final de la anterior gira... en este disco han madurado sentimientos que antes no había y eso se convierte en unas canciones más intimistas“, explican.

A su juicio, en este disco se “nota el final de un ciclo”. “Por eso se llama las trompetas de la muerte, porque las trompetas siempre anuncian algo, bueno o malo. Es un disco que en lo emocional tiene un toque de tristeza, pero también mucho sentido del humor, algo que no habíamos trabajado hasta ahora”, añaden.INTERNET, UN ALIADO

Como uno de los grupos indies más populares -valga la contradicción- del momento, Delafé y las Flores Azules se congratulan del buen momento de la música en España. “Hay una ebullición de bandas ahora que nos hemos quitado prejuicios de encima y nos da igual el idioma en el que cantamos”, señala.

“Es bueno que ahora trabajemos el pop nacional y asentemos el panorama indie para que siga creciendo. Ahora el oyente está acostumbrado a escuchar música en castellano, mucho más que hace diez años”, recuerdan estos dos músicos que comenzaron con sus respectivas bandas a finales de los noventa.

“En aquellos años llevabas tu maqueta, un cassette, a una tienda o a los cuatro bares de siempre y esperabas que la compraran. Ahora Internet es un aliado de los grupos indies, es como un boca-oreja digital”, consideran los dos artistas, que advierten que “no se puede considerar a Internet un enemigo, porque si no, vas a la contra”.

“Internet es una forma de llegar a la gente. No me importan las descargas, la vida nos la ganamos en los conciertos, no se venden discos y la cantidad que nos llevamos de ellos es tan pequeña que ni la consideramos. De hecho, hoy por hoy es absurdo comprarse un disco sin haberlo escuchado antes”, concluyen.