Asimismo criticaron el “mutismo” del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Los generadores de vapor de la citada instalación fueron cambiados en 1996 debido al deterioro de los anteriores por la corrosión. Así, señalan que tras las inspecciones realizadas durante las últimas semanas en los tubos en U se detectó corrosión. De momento, en opinión de ambas ONG el CSN --organismo regulador nuclear en España-- mantiene un “silencio incomprensible e inaceptable”.
Además, señalan que el problema es “especialmente grave” ya que se trata del mismo problema que hace 12 años en los generadores que fueron suministrados por la empresa Westinghouse, cuando se tuvieron que cambiar los 12 generadores de vapor de las centrales nucleares de Almaraz I y II (Cáceres) y de Ascó I y II (Tarragona) que presentaban el mismo problema de corrosión.
Ecologistas en Acción y Greenpeace indicaron que por los generadores de vapor circula el agua caliente a presión del circuito primario, y es un agua que está en contacto con el núcleo de uranio del reactor, por lo que este agua es radiactiva. Fue hace casi una década y media cuando los tubos sufrieron corrosión y los responsables de estas cuatro centrales se vieron obligadas a evitar las fugas de agua radiactiva del circuito primario al secundario hasta que finalmente fueron sustituidos, lo que tuvo un coste de unos 20 millones de euros.
Finalmente, las organizaciones calificaron de “grave noticia” esta corrosión, que se produce cuando están a punto de cumplirse 30 años de funcionamiento de la central y se pretende ampliar la potencia de las dos unidades. También está previsto acometer obras para construir las torres de refrigeración que salven el grave problema del calentamiento del agua del Tajo.
“Lo más sensato es dejar de tirar el dinero en inversiones en estas peligrosas instalaciones atómicas y proceder a su cierre”, insistieron en un comunicado conjunto.