El presunto guardia de un campo de concentración John Demjanjuk fue finalmente deportado este lunes desde Estados Unidos a Alemania, donde deberá aclarar su responsabilidad en la muerte de 29.000 judíos, después de semanas de litigios, recursos y reclamaciones para evitar la partida del anciano, de 89 años de edad.
El vuelo que le transportaba desde Cleveland hasta Munich partió a las 7:13 hora local (00:13 hora peninsular en España). Una fuente del aeropuerto señaló que Demjanjuk, de origen ucraniano, no mostraba emoción alguna durante su partida y no dijo nada cuando los funcionarios le colocaron en la silla médica en la que debía realizar el largo trayecto hasta Europa.
Hasta llegar a su partida definitiva, Demjanjuk fue traslado previamente en ambulancia desde sus residencia, cerca de Cleveland, a una oficina de inmigración. El hijo del acusado reiteró ayer que con su padre dentro o fuera de Estados Unidos los recursos judiciales proseguirán para demostrar su inocencia, también defendida por el propio Demjanjuk, que niega cualquier papel en el Holocausto.
La familia alegó problemas de salud para evitar la deportación de Demjanjuk, ya que anticipó que se trataría de una forma de tortura. El presunto guardia de un campo de concentración en Polonia sufre problemas espinales, fallo renal, anemia y su delicado estado de salud precisa de atención continua, especialmente durante el trayecto a Alemania.