El caudal de los ríos de la Cuenca del Ebro ha empezado a descender este lunes, después de registrar crecidas ordinarias durante este fin de semana, como consecuencia de las intensas lluvias registradas.
Durante la tarde y noche de este domingo, se han estabilizado los caudales, mientras que este lunes han comenzado a descender. Los únicos repuntes que se podría registrar, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), serían en los afluentes pirenaicos.
Este fin de semana se han registrado precipitaciones de diversa consideración en toda la Cuenca del Ebro. Las más importantes han sido en el Sistema Ibérico de La Rioja (entre las cuencas del Leza y del Alhama), en el área del Moncayo y en el extremo sureste de la cuenca del Ebro (cuencas de Matarraña, Algás y Ciurana), con acumulados de entre 70 y 120 litros por metros cuadrados.
En el resto de la Cuenca, los chubascos han sido menos cuantiosos, con acumulados que en término medio han estado de entre 30 y 60 litros por metros cúbicos. El Pirineo es la única zona donde en buena parte del mismo no se ha llegado 20 litros por metros cuadrado. La cota de nieve se ha situado sobre los 2000-2200 metros sobre el nivel del mar.
Las precipitaciones de las últimas horas han dado lugar a crecidas importantes en los ríos del Sistema Ibérico de La Rioja y entorno del Moncayo, sobre todo las cuencas del Cidacos, Alhama y Huecha.
Se han producido también crecidas importantes en las cuencas del Matarraña, Algás, Ciurana y Alcanadre, con caudales próximos a los de máxima crecida ordinaria.
Todos los máximos de crecida se encontraban ya este domingo en los tramos bajos de los citados ríos. Esto ha generado también una crecida de pequeña magnitud en el propio Ebro, tanto en su tramo medio, como en el bajo. En el resto de la cuenca las crecidas están siendo menos importantes.
La previsiones meteorológicas indican que las lluvias disminuyen durante este lunes, por lo que el caudal de todos los ríos que han experimentando crecidas tiende a descender.