Hace unos días el presidente del Gobierno de La Rioja hacía unas declaraciones en las que alertaba del grave perjuicio que supondría para nuestra comunidad la reforma del sistema de financiación autonómica con la salida de Cataluña y la consiguiente merma de recursos que incluso pondrían en peligro el estado del bienestar.
La oposición del Gobierno de La Rioja a esta reforma, por atentar contra la equidad y la solidaridad interterritorial basada en principios constitucionales cuenta con el apoyo incondicional de CSIF por compartir los mismos principios e ideales que sustentan el Estado democrático en el que vivimos. No se puede decir lo mismo de las organizaciones sindicales a las que el Gobierno de La Rioja les da su bien va, a pesar de haber declarado públicamente que ellas están a favor de las ventajas a Cataluña y por ende de que todos los españoles y por tanto los riojanos no somos iguales. Chocante que estas palabras hayan salido de sindicatos de clase, pero otra vez mas, en estas organizaciones tira mas el ideario político que la verdadera e independiente defensa de los trabajadores. Por todo esto, no nos deja de sorprender la doble vara de medir del Gobierno del Señor Capellán en cuanto a temas de equidad se refiere.
A nadie le gusta sentirse el “patito feo” o el “discriminado” en un reparto que se considera igualitario para todos y si al Gobierno de La Rioja no le gusta que se le discrimine en el Sistema de Financiación autonómica, y menos aún por motivos políticos, la discriminación de CSIF en el Diálogo Social es igual de injusta.
Podríamos establecer un paralelismo entre el trato preferente que tendría Cataluña con una financiación personalizada y el trato espectacular que llevan disfrutando desde los principios de la democracia dos organizaciones sindicales como son UGT y CCOO, únicas que forman parte de la Mesa del Diálogo Social. Son las únicas con este privilegio porque así lo establece la única Ley que no ha sido modificada desde su publicación allá por el año 1985. También hay que pensar por qué estas organizaciones apoyan las reformas de multitud de Leyes y en estos 39 años nunca han pensado en modificar la Ley de Libertad Sindical.
En ambos casos, el trato especial se basa en conceptos políticos, y básandose en ellos, discriminan al resto de comunidades autónomas o en su caso de organizaciones sindicales, con el perjuicio que ello causa al resto de ciudadanos españoles o de trabajadores que se sindican en otras organizaciones y como bien dice la Constitución todos los españoles somos iguales (en la teoría son palabras preciosas pero los hechos dejan al descubierto las grandes desigualdades).
El Gobierno de España quiere crear comunidades de primera y de segunda y el Gobierno de La Rioja, lleva años creando organizaciones sindicales de primera y de segunda y ahora que se pueden sufrir las consecuencias de esta discriminación, el Sr. Capellán pone el grito en el cielo y alerta de que el estado del bienestar está en serio peligro. Lo dicho, a nadie le gusta ser “el discriminado”.
CSIF siendo el primer sindicato entre los empleados públicos en La Rioja y el cuarto en empresa privada está discriminado, junto con otras organizaciones sindicales que también cuentan con una importante representación, en la Mesa del Diálogo Social y con ello no permitiéndole negociar planes o estrategias que afectan a todos los trabajadores riojanos. A pesar de las innumerables reivindicaciones que hemos hecho para que esta situación de desigualdad se solucione y el Diálogo Social se abra a mas sindicatos y así promover la representación de todos los trabajadores, el Gobierno de La Rioja siempre ha hecho oídos sordos. Ahora que La Rioja está en situación de peligro y el señor presidente se queja de la desigualdad por motivos políticos, desde CSIF esperamos que como bien dice el refrán: “Bocado de mal pan, no lo comas, ni lo des a tu can”.
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