Las autoridades chinas en Tíbet han detenido a 24 personas contra las que se han emitido cargos de amenazas a la seguridad nacional y otros “graves crímenes” por las manifestaciones en Lhasa, la capital de la región.
Los fiscales de Lhasa explicaron que los sospechosos fueron arrestados por “amenazar la seguridad nacional así como por violencia, saqueos, provocar incendios y otros graves delitos”, informó el diario oficial Daily Tíbet.
Según el vicefiscal general de Lhasa, Xie Yanjun, “los crímenes están claros y las pruebas son sólidas, y deberán ser castigados severamente para proteger con rigurosidad la ley”.
“Este quebrantamiento de la ley fue organizado, premeditado y cuidadosamente planeado por los conspiradores del Dalai Lama. Como organismo que aplica la ley, utilizaremos los hechos como base para aplicarla como criterio para hacer frente a la arrogancia salvaje de los criminales”, señaló Xie en un comunicado colgado en la página web del Gobierno de Tíbet.
DAÑOS
Por su parte, la agencia oficial Xinhua ha publicado que el domingo pasado se registraron “grandes daños” en tiendas y en oficinas del Gobierno en el condado de Aba, situado en la provincia de Sichuan, donde también se produjeron graves incidentes entre los manifestantes que apoyan la independencia de Tíbet y las autoridades chinas.
Según Xinhua, los incidentes en Lhasa se han saldado con 325 personas heridas y daños materiales por valor de 28 millones de dólares. Las autoridades afirman que 13 personas murieron, pero los grupos protibetanos en el exilio hablan de más de 100 fallecidos.