La plantilla de la U.D. Logroñés intenta olvidarse poco a poco del partido del domingo, de la dura derrota que el Guijuelo infringió al cuadro riojano. Técnicos y jugadores son conscientes de los aspectos que hay que mejorar pero no cabe la decepción dentro del ánimo de los jugadores.
“El equipo está jorobado porque el domingo no conseguimos el objetivo de los puntos y encima nos metieron tres goles pero no hay tiempo para lamentaciones, es hora de hablar, corregir pequeñas cosas y entrenar a tope porque el fútbol no da tregua”, según comenta a rioja2.com el delantero asturiano Diego Cervero.
En cuanto al partido ante el Guijuelo, Cervero reconoce que el equipo se vino abajo con el segundo gol. “Estuvimos bien hasta el descanso; los primeros 25 minutos fueron muy buenos, de lo mejor que estamos haciendo últimamente, y las sensaciones positivas pero a raiz del penalti y la expulsión todo cambió. Con el 1-0, en un campo grande y con un equipo con una propuesta de fútbol de tocar, nos costó pero la plantilla estuvo unida hasta el final”.
Sigue faltando ese punto de reacción cuando se va por detrás en el marcador y sobre todo un mayor acierto de cara a portería que parece haberse esfumado
. Precisamente el jugador blanquirrojo, pichichi de su grupo la temporada pasada, lleva sin marcar desde la jornada 9 ante la RS Gimnástica. Pero por su cabeza solo pasa que el equipo recupere su identidad y vuelva a gustar y a gustarse. “Nosotros podemos sacar esto adelante y estamos totalmente convencidos. La toalla no se puede arrojar en la jornada 15. Es verdad que estamos lejos pero no hundidos ni mucho menos y creo que aún queda tiempo para la remontada. El equipo está proponiendo cosas muy buenas y entrenando de manera espectacular, el grupo está muy comprometido y todo el mundo aporta. Estoy 100% seguro que vamos a ir para arriba. Hay que corregir pequeños errores pero esta semana hay tiempo y es importante quedarse con lo positivo que creo que lo hay”.
Cervero, que estuvo en la sesión del lunes hablando con su entrenador durante unos minutos, admite que les está infundiendo los ánimos necesarios que la plantilla necesita. “Habla mucho con todos, nos va conociendo poco a poco y te va exigiendo y pidiendo lo que él cree. Personalmente me ha comentado aspectos que tengo que corregir: juego de espaldas, caídas...”.