Cuando sólo queda una semana para el inicio de la cumbre sobre el cambio climático de Naciones Unidas, que se celebrará en la ciudad danesa de Copenhague, Dinamarca presenta un proyecto muy ambicioso sobre la reducción de las emisiones contaminantes.
Según este plan, el mundo debería reducir en un 50% las emisiones de gases con efecto invernadero en 2050 a partir de los niveles de 1990, y el grueso de esas emisiones debería corresponder a los países ricos.
El proyecto, del que la agencia Reuters ha obtenido una copia, indica que los países más desarrollados deberían reducir en un 80% sus emisiones globales en 2050. En cambio, no especifica los objetivos de emisiones a medio plazo para los países desarrollados. Precisamente, las discrepancias entre países ricos y países pobres sobre quiénes deben reducir emisiones y cuánto y quiénes deberían pagar estas reducciones son uno de los principales puntos de discordia, pero se espera que la cumbre de diciembre permita llegar a un acuerdo político sobre ello.
El texto propone que el máximo de emisiones se alcance en 2020 y también establece los pasos que se deben dar para mantener el incremento de la temperatura media global dentro de los dos grados Celsius. “Las partes deben trabajar juntas constructivamente para reforzar la capacidad mundial en el combate contra el cambio climático”, se lee en el documento.
La propuesta danesa debería convertirse en la base del acuerdo climático definitivo de la cumbre de Copenhague
. Sin embargo, los países en vías de desarrollo, liderados por India y China, seguramente presenten un texto alternativo que sirva como marco de negociaciones.
Por su parte, el primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, ha propuesto crear en la cumbre de Copenhague un fondo de financiación común para ayudar a los países pobres a combatir el cambio climático. Según Brown, este fondo estaría dotado con 10.000 millones de dólares (6.680 millones de euros) en 2012, pero no dio ninguna cifra para los años 2010 y 2011.
En virtud de esta propuesta, los fondos estarían disponibles para los países pobres el año que viene, antes de que un eventual acuerdo climático firmado en Copenhague entrara en vigor.
“Los países subdesarrollados necesitan saber que estamos absolutamente comprometidos a empezar ahora”, dijo el primer ministro. Brown estima que la medida servirá para que este tipo de países confíen en el apoyo de los estados desarrollados y se animen a emprender iniciativas contra el cambio climático.