EEUU y Seúl, juntos para disuadir a Pyongyang

Tras el ataque de Pyongyang a la isla surcoreana de Yeonpyeong los presidentes de EE UU y Corea del Sur, Barack Obama y Lee Myung bak, respectivamente, han decidido éste miércoles mediante conversaciones telefónicas, iniciar a partir del domingo y durante cuatro días maniobras militares. Estos acuerdos traen como objetivo eliminar cualquier conato de violencia por parte de Corea del Norte tras dejar dos soldados surcoreanos muertos y decenas de heridos en su último ataque.

Desde la base japonesa de Yokosuka ha zarpado ya un portaviones nuclear estadounidense con capacidad para transportar 75 aviones y 6.000 soldados para comenzar las operaciones en el Mar Amarillo, donde se encuentra la isla surcoreana.

Obama garantiza la cooperación en materia de seguridad a su país aliado y define a Pyongyang como “una amenaza necesaria que ha de ser tratada” . EEUU teme la posible la posesión de armas nucleares por parte del régimen norcoreano que evoca un regreso a los peores tiempos de la Guerra Fría.

Mientras desde Seúl, el mando de la ONU de la misión en Corea del Sur hace un llamamiento a los funcionarios del organismo para que inicien diálogos con el ejército popular de Corea del Norte para intercambiar información con el objetivo de rebajar la tensión. EEUU pide a China, máximo aliado del régimen comunista norcoreano, el deber de comunicarle al dirigente Pyongyang que “hay una serie de normas internacionales que deben cumplirse”.

Un funcionario de la residencia oficial (la Casa Azul) del presidente surcoreano asegura que existe la intención de mantener también conversaciones telefónicas con los primeros ministros de Japón y de Reino Unido, Naoto Kan y David Cameron, respectivamente.