El 29% de los accidentes se evitarían con sistemas tecnológicos avanzados

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La Fundación Línea Directa ha presentado en Madrid el estudio 'Los sistemas tecnológicos avanzados para la prevención de accidentes de tráfico', realizado en colaboración con Centro Zaragoza, instituto de investigación de referencia en la reparación de vehículos.

El informe analiza los 83.115 accidentes con víctimas (heridos leves, graves y fallecidos) registrados en 2012, y se centra en los 4 sistemas de conducción preventiva más eficaces en la reducción de la siniestralidad según los tests de EuroNCAP. Además, se ha tenido en cuenta la oferta disponible en el mercado de 22 marcas de coches, que representan el 77% de los turismos matriculados en el último ejercicio.

Así, la principal conclusión del estudio es que los 4 sistemas más relevantes en la prevención de accidentes podrían evitar más del 22% de los accidentes mortales que se producen cada año en España, es decir, esta tecnología salvaría la vida de 420 personas todos los años. Este porcentaje en La Rioja es de un 23,9 por ciento, lo que supondría tres fallecidos menos.

Los sistemas de seguridad preventiva como AEB, LKA, BSM o DDD son tecnologías aplicadas a la seguridad vial que incorporan ya los coches actuales y que se caracterizan por su carácter preventivo (superando así a las clásicas Seguridad Pasiva y Activa). De esta forma, los sistemas trabajan en paralelo para “tomar conciencia del entorno” y actuar de manera autónoma, tratando de anticiparse al accidente.

A nivel nacional su uso combinado reduciría en casi 23.000 los accidentes con víctimas cada año (un 27,5%), mientras que en la comunidad riojana se producirían 187 siniestros menos al año (un 29%).

SISTEMAS MÁS EFICACES EN LA REDUCCIÓN DE ACCIDENTES Y VÍCTIMAS

Frenado de emergencia autónomo (AEB). El 40% de los accidentes se deben a distracciones, según la DGT. Este sistema (AEB - Autonomous Emergency Braking) realiza una frenada de emergencia cuando detecta una colisión inminente, y aplica los frenos de forma totalmente autónoma ante el riesgo de colisión, utilizando la máxima capacidad de frenado del coche o sólo una parte.

Este sistema es el más eficaz de todos los analizados, ya que podría reducir los accidentes con víctimas un 19% (casi 15.900) y evitar el fallecimiento de más de 200 personas cada año. Respecto a los heridos, este sistema es capaz de reducir los heridos graves en más de 1.300 personas (13%) y los heridos leves en casi 22.500 (un 21%).

Su implantación en el mercado está siendo bastante rápida debido a su seguridad y al ahorro que supone para el conductor evitar el golpe: el 16% de los coches vendidos en 2013 ofrecía este sistema.

Ayuda al mantenimiento del carril (LKA). Este sistema (LKA - Lane Keeping Assistant) reconoce las líneas del carril por el que circula el coche y en caso de que la trayectoria se desvíe y se pise alguna línea sin accionar el intermitente, avisa mediante vibración en el volante y con un mensaje en el cuadro de mando.

Tras esta alerta, si el conductor no ha corregido la trayectoria o ha quitado las manos del volante (por un desmayo, por ejemplo), el coche corrige la dirección mediante un pequeño giro en el volante de forma automática.

Esta tecnología podría reducir los muertos en un 6%, lo que significa que cada año habría 110 personas que salvarían la vida gracias a su eficacia. Además, el número de accidentes con víctimas se reduciría en un 3% (2.300 menos cada año), lo que en términos de heridos graves y leves supondría que 440 y 2.500 personas, respectivamente, no sufrirían ningún tipo de consecuencia por el accidente.

El LKA está disponible en el 40% de los coches vendidos en 2013, y la Unión Europea está valorando hacerlo obligatorio a partir de 2016.

Detección de fatiga (DDD). El DDD (Driver Drowsiness Detection) es el tercer sistema en cuanto a eficacia, sobre todo en aquellos accidentes relacionados con la fatiga o la somnolencia. Su implantación podría reducir los muertos un 5% (90 personas) y los accidentes con víctimas un 3% (2.240).

El sistema funciona de forma sencilla: analiza el nivel de atención del conductor y le avisa si detecta cansancio mediante señales acústicas y visuales. Su implantación va en progreso, está disponible ya en un 23% de los coches vendidos en el último año.

Monitorización de ángulos muertos (BSM). Este sistema (BSM - Blind Spot Monitoring) informa de la presencia de vehículos en las zonas que quedan fuera del alcance visual de los espejos retrovisores, por detrás y en el lateral del coche, y resulta especialmente útil para los adelantamientos, sobre todo en aquellos que se producen en carreteras convencionales, donde el riesgo de fallecer aumenta respecto a otras vías.

Esta tecnología podría reducir un 3% los accidentes con víctimas (casi 2.500), y evitaría 16 personas fallecidas en carretera, 170 heridos graves y más de 3.000 heridos leves. Su disponibilidad en el mercado alcanzaba ya al 29% de los coches vendidos en 2013.