Un dispositivo diseñado para apagar el ordenador o la televisión cuando se pasa de un cierto tiempo es la última estrategia contra la obesidad infantil. Según sus precursores, no sólo es eficaz en este aspecto, sino que funciona sin que se originen conflictos entre padres e hijos, muy frecuentes cuando se trata de apagar los aparatos en cuestión. “Esas batallas se reducen porque los padres sólo tienen que tomar una decisión, la de poner el dispositivo. A partir de entonces, él lo hace solo”, explica uno de los autores, Leonard Epstein, en la revista científicas 'Archivos de Medicina Pediátrica y del Adolescente'. Muchos estudios previos han mostrado que en todo el mundo industrializado los niños no dejan de engordar, por la vida sedentaria y el exceso de comida de baja calidad. También recuerdan los autores el bombardeo de publicidad que inclina a los chavales a elegir los alimentos que peor les sientan.
Otros análisis han demostrado que la televisión está directamente relacionada con la obesidad. Epstein y su equipo se propusieron probar si limitarla automáticamente podría ser una buena forma de ayudar a los niños con sobrepeso u obesidad.
Llevaron a cabo un experimento con 70 niños de edades comprendidas entre los 4 y los 7 años cuyo Índice de Masa Corporal estaba por encima del 75 por ciento de los valores normales para su edad. Todos los pacientes pasaban al menos 14 horas a la semana delante de la televisión.