El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido finalmente optar por la prudencia y mantener los tipos de interés en el 4%, pese a los recortes realizados por la Reserva Federal estadounidense en los últimos meses y teniendo en cuenta los elevados niveles de inflación en la zona euro.
La crisis del mercado del crédito provocada por el desplome del sector subprime norteamericano ha hecho que, por el momento, la institución decida mantener el precio del dinero estable en espera de la evolución de los mercados financieros, y a pesar del incremento de la inflación y del empeoramiento de las previsiones de crecimiento de la eurozona desde varias instituciones.
El IPC provisional de febrero se situó en el 3,2%, el máximo de la historia y aunque el organismo esperaba un repunte de la inflación en los primeros meses del año por el encarecimiento del crudo y los alimentos, el dato se sitúa 1,2 puntos por encima del objetivo oficial, del 2%.
El presidente del organismo, Jean Claude Trichet, comparecerá a las 14.30 horas para explicar los motivos de la decisión y para dar orientaciones acerca de futuros movimientos en el precio del dinero.