El 'nuevo Barcelona' de Pep Guardiola dejó detalles en este primer partido oficial del sello que quiere imprimir el técnico de Santpedor con una gran intensidad durante todo el partido y dando protagonismo a las bandas. Pero aunque fueron todas las piezas del puzzle azulgrana las que jugaron bien durante todo el partido, mención especial merece el lateral brasileño Daniel Alves.
El ex del Sevilla se mostró muy activo durante los primeros minutos del partido con repetidas incursiones por su banda derecha y era una amenaza constante para la defensa polaca. La única nota negativa del estreno de Alves con el Barcelona fue la lesión que sufrió en la clavícula, que lo mantendrá dos semanas de baja, y que lo obligó a abandonar el terreno de juego en el minuto 73.
Quien lo sustituyó fue el central catalán Gerard Piqué, debutando de este modo con la camiseta del Barcelona en el primer equipo, después de volver al equipo en el que se formó como jugador tras abandonarlo para fichar por el Manchester United inglés. Piqué fue uno de los cuatro fichajes azulgrana que se estrenaron hoy con el equipo, el único que no pudo debutar fue el defensa uruguayo Martín Cáceres.
Por lo que se refiere al juego del Barcelona este se basó en dar un gran protagonismo a las bandas en las que Eric Abidal y un recuperado Thierry Henry por la izquierda, y el incansable Daniel Alves y la sorpresa del 'once' de Pep, Pedro Rodríguez, por la derecha fueron un auténtico quebradero de cabeza para el Wisla de Cracovia.
LA ANSIEDAD PUDO CON EL ATLÉTICO
La reacción atlética llegó antes del descanso con un disparo cruzado de Sinama y prosiguió tras la reanudación otra vez por obra del delantero francés. Sin embargo, la ansiedad se convirtió en el peor enemigo del equipo de la ribera del Manzanares.
Y es que la responsabilidad de cumplir el objetivo fallido de los últimos años, meter al equipo en la Liga de Campeones 11 años después, fue demasiada para el equipo.
Con el paso de los minutos las líneas se separaron, la precipitación en el pase comenzó a aparecer y el centro del campo desapareció para dar lugar al pelotazo, facilitando la labor de la sólida defensa germana. El desorden se apoderó del Atlético, que incluso así pudo empatar el partido por mediación de Luis García, incorporado en lugar del desafortunado Sinama, y dispuso de oportunidades para inclinar la eliminatoria de su lado.
Por su parte, el Schalke se sintió muy cómodo jugando al contragolpe y también disfrutó de ocasiones para cerrar la eliminatoria en su campo, sobre todo tras la expulsión de Antonio López a falta de un cuarto de hora para el final.
El Atlético se encerró pensando en el partido de vuelta, en el que el Calderón puede resultar decisivo para que los 'colchoneros' acompañen a Real Madrid y Villarreal en la máxima competición continental. Sin embargo, la estadística no está de su lado. La pasada temporada los de Aguirre jugaron en su campo las vueltas de las eliminatorias contra el Bolton en UEFA (1-0) y Valencia en Copa del Rey (1-0) y fallaron.