Es saludable para el corazón, estimula el humor y libera hormonas. Un beso puede transmitir amor, pasión, dulzura, cariño o felicidad. Puede ser placentero o decepcionante pero, en cualquier caso, parece demostrado que produce un amplio catálogo de efectos positivos para el organismo y la salud mental.
- Elimina dolores de cabeza y síntomas menstruales por la dilatación de los vasos sanguíneos que ayuda a aliviar el dolor.
- Reduce la presión arterial porque hace que la sangre fluya de forma que llega a todos los vasos sanguíneos.
- Aumenta la secreción de serotonina, dopamina y oxitocina, las hormonas de la felicidad. Algo que se amplía incluso haciendo el amor.
- Combate las caries. Con la secreción de saliva se elimina la placa dental que provoca las caries.
- Aumenta la autoestima al sentirte amado y conectado a otra persona.
- Quema calorías. Si se hace de forma apasionada, se pueden quemar de 8 a 16 calorías por beso. También en este caso el efecto se multiplica si los besos se acompañan de sexo.
- Mejora el aspecto facial ya que se ejercitan hasta 30 músculos de la cara, provocando un ejercicio que a la larga deriva en un estiramiento facial.
- Ayuda a descubrir la compatibilidad sexual con la pareja. Un beso que no funciona, puede acabar con las ganas de más.
- Acelera el metabolismo y puede llegar a acelerar el pulso de 70 a 140 pulsaciones por minuto.
- Alivia los efectos de las alergias porque estimula la producción de histamina.
- Aumenta las defensas porque moviliza secreciones hormonales que producen defensas naturales. Mezclar la saliva contra otra persona hace de vacuna natural inmunizándonos contra sus gérmenes.
¡A besarse más!