El buen sabor de un punto
Cuatro empates seguidos. 4 puntos de 12. Cuarta posición sí o sí. Números. La fase de ascenso llama a la puerta y Carlos Pouso demostró en el Ciudad de Tudela que ya piensa en la postemporada. Obvio. Eso no quita que hubiera opciones, remate con el pecho de Pere Milla al poste, para que los blanquirrojas retornaran a Logroño con el triunfo. Quedó patente que fue un choque intenso, un anticipo de lo que espera en el 'play off', sin tregua, bueno en la segunda parte hubo varios momentos, en el que la concentración fue máxima, donde no hubo respiro. Ambos equipos exhibieron solidez defensiva, un aval para lo que está a punto de llegar. Las sensaciones de los riojanos fueron buenas porque se evidenció capacidad de competitividad contra los mejores y a eso hay que agarrarse en este tramo final. También a que hay noticias positivas como los 60 minutos que disputó Adrián Cruz -su presencia se notó para bien en la medular- o los 90 de Íker Alegre.
Más allá del resultado está claro que esta UDL tiene capacidad para competir, para exprimirse, para mostrar su mejor cara y para luchar por la victoria ante cualquier rival. Por si había dudas después de ver cómo Las Gaunas se convierte en un campo propicio para muchos rivales. Cabe preguntarse si hay un interruptor en la cabeza de los blanquirrojos para exhibir ambición o desidia en función del oponente que hay enfrente. Ante el Tudelano, la UDL despejó incógnitas. Se viste y calza de gala, independientemente de nombres y de clasificaciones.
Carlos Pouso lo sabe y aunque esté descontento con el rendimiento como anfitrión, donde se han escapado demasiados puntos, intuye que el choque en tierras navarras era importante para, por de pronto, que Íker Alegre y Adrián Cruz -titulares- cojan ritmo y lleguen en las mejores condiciones para la fase de ascenso. Porque en el Ciudad de Tudela, la UDL jugó pensando en el 'play off'. Tarjeta para Pere Milla y Adrián León -cumplen ciclo de amarillas en la última jornada-. Otro ejemplo más. Por no decir que probó cosas.
Un cuarteto atacante de lujo: Titi e Íker Alegre como puñales por los costados, la osadía y calidad de Pere Milla por dentro y la movilidad como '9' de Luis Morán, un incordio para los zagueros contrarios, al que evidentemente no se le puede pedir que encima baje los balones que le envían sus compañeros. Sin Chevi ni Muneta, de partida, el cuadro riojano mostró opciones con un Adrián Cruz jerárquico y con mando. Sin duda, una gran noticia. Barreda ejerció, por ejemplo, en la segunda mitad en detrimento de Paredes -con molestias-, otro posible recambio en el futuro.
PRIMERA PARTE SIN TREGUA
¿El partido? Un anticipo de lo que espera a este equipo. Choque sin respiro, de máxima exigencia, con intensidad. Ni Tudelano ni UDL querían dar su brazo a torcer. No lo dieron. Con apenas un tiro entre los tres palos en 45 minutos puede que quede todo dicho. Sin embargo, no hubo tregua por ganar cada balón, cada segunda acción... En ese primer tiempo, los logroñeses fueron más dominadores, pisaron más campo ajeno, pero faltó profundidad, dar ese último pase, brindar un buen centro. El Tudelano, evidentemente con más que perder por estar buscando un posible liderato, lo intentaba, pero no podía.
Puede que faltara brillantez, pero hubo ritmo e intensidad. Ahí se maneja bien el cuadro riojano. Aunque sin ocasiones, sólo Luis Morán inquietó a una defensa navarra en la que la velocidad de Lalaguna desquició al asturiano. Comenzaba el segundo tiempo con más llegadas, puesto que en 7 minutos ya se apreciaron dos tiros a puerta. Uno por cada equipo. Titi probó a Pagola -suma 1.196 minutos sin recibir un gol-, y Chema Mato despejó cuando un blanquirrojo estaba a punto de rematar, pero fue Valero el que más cerca estuvo del tanto con un zapatazo que repelió en el larguero.
Un aviso de que la UDL no podía descuidarse. Después de ese ajetreo tras la reanudación, vino la pausa. Con Chevi en escena, el Tudelano, ahora estaba más obligado a atacar para ganar. Era importante mantener el orden y no ceder ante el empuje de los locales, más ambiciosos. Un tiro de Lázaro provocó el primer saque de esquina tras una pérdida del madrileño en casi su primera aparición. Pero el conjunto logroñés reaccionó con un remate franco de Pere Milla, con el pecho, que golpeó en el poste tras un gran pase de Luis Morán.
Entonces, con algo más de veinte minutos por disputar, el duelo cerró filas. Manix Mandiola apostó por la envergadura de Azpilicueta y Pouso trató de responder con Carlos Fernández como estilete. El partido en el Ciudad de Tudela se enquistaba, se enfriaba. Ambos equipos estaban más decididos a no perder que a saborear el triunfo. Todo ello sin perder la cara, compitiendo, afanándose en las tareas defensivas, impidiendo la progresión del rival. Aspectos en los que tanto el Tudelano -continúa tercero tras el empate 'in extremis' de Racing de Ferrol y Racing de Santander, 2-2- como la UDL demostraron que son firmes y que van a ser premisas básicas para alargar su temporada el máximo tiempo posible.
FICHA TÉCNICA
Tudelano: Pagola; Delgado, Lalaguna, Jonathan, Paris; Lázaro; Valero (Azpilicueta, min. 79), Ardanaz (Samanes, min. 71), Chema Mato, Víctor Bravo; y Hugo Díaz (Iván Martín, min. 60).
UD Logroñés: Miguel; Barreda, Jacobo, Santelices, Paredes (Miguel Santos, min. 46); Adrián Cruz (Chevi, min. 61), Adrián León; Titi (Carlos Fernández, min. 69), Pere Milla, Íker Alegre; y Luis Morán.
Goles: No hubo.
Árbitro: César Díez Cano (colegio Castellano leonés). Amonestó a los locales Lázaro (min. 53), Samanes (min. 78), Víctor Bravo (min. 88) y Delgado (min. 93); y a los visitantes Pere Milla (min. 17), Barreda (min. 26), Adrián Cruz (min. 38), Luis Morán (min. 44) y Carlos Fernández (min. 73).
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