El colista permite dosificar las piezas

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Día para dosificar, para rotar, para dar confianza a los que menos juegan, para cumplir el trámite, para tomarse una mínima tregua en esta vorágine de partidos -sábado y miércoles- en los que el Naturhouse está inmerso desde que arrancara la Asobal y que no frena hasta la última semana de este mes. Llegaba el Benidorm al Palacio. El colista. ¿Choque trampa? Mucho que perder y poco o nada que ganar. La alegría alicantina (0-2 y 2-3) duró apenas unos minutos hasta que el conjunto dirigido por Jota González engrasó la maquinaria. Luego se fue dejando ir, con altibajos pero sin que el marcador estuviera nunca en peligro. De hecho, el 31-21 final fue hasta corto si los locales hubiesen tenido necesidad de más.

Y eso que durante los compases iniciales, cinco minutos no mucho más, Fernando Latorre imponía superioridades constantes en ataque con bastantes pases a los pivotes. Por eso cuando la defensa franjivina cerró filas para poder marcar incluso a puerta vacía, lo hicieron en un par de ocasiones Luisfe y Molina, el Benidorm se fue diluyendo. Además la fragilidad en portería -sólo 3 paradas en 60 minutos- de los alicantinos impidió que estuviera con más opciones. Con Miguel Sánchez-Migallón como adelantado, los de Jota González sabían que la jugada de los visitantes iba a morir con pase interior o lanzamiento lejano. Provocando lo primero aumentaba el número de paradas de Aginagalde, que sigue a un nivel insultante. También Kappelin que le tomó el relevo.

Esa confianza adquirida en defensa se acusaba en ataque donde la presencia de Cacheda le dio mordiente y chispa. Pese a que Simonet y Grau, con tres goles consecutivos, querían tirar de los suyos, el Naturhouse fue estirando el electrónico sin hacer ruido: 8-5, 12-8, 15-9. Fue en los últimos minutos del primer tiempo cuando Ángel Fernández y Sanad remataron la faena de los diferentes robos que se sucedían. El 17-10 vaticinaba un descanso agradebale para los riojanos, sin embargo Jota González pidió tiempo muerto para alcanzar el ecuador con una renta mayor. Error en la ejecución y contra para que Víctor Sáez colocara un 17-11 que no gustó al técnico pucelano.

Arrancaba la segunda parte con la incertidumbre de saber qué Naturhouse iba a encontrarse. La ventaja podía permitir relajaciones, pero también era previsible que entraran en escena otros hombres poco habituales para demostrar que también tienen su sitio. En este sentido, Jota González dio oportunidades a todos y todos, curiosamente, marcaron al menos un gol -salvo los porteros-. Montoro tuvo cierta continuidad, disputó 15 minutos, y quiso sentirse importante. Ahí están sus tres goles. No está mal para ir cogiendo confianza. Peciña tuvo también mayor participación en defensa, permitiendo a Garabaya tomar aire de cara al choque en Macedonia. Rocas, Sanad y Muñoz compartieron el extremo derecho, como también hicieron Luisfe, Montoro y Garciandia en el lateral diestro.

Molina aportó en ambos lados de la pista y dejaron más minutos en el banco a Langaro, que seguro que agradece recuperar energías para futuras citas. Incluso Cacheda, como central, tuvo más presencia que Vigo. Con tantas rotaciones el juego de ataque, y el defensa, tuvo imprecisiones y desajustes. Sobre todo cuando el Naturhouse aumentó la renta a los diez goles arriba, 25-15 (minuto 45). Tres goles seguidos del Benidorm provocó que Jota utilizara una cartulina verde para llamar al orden a los suyos. Exigencia que llegó porque de nuevo se fueron recuperando esos 10 goles, como reflejó el 31-21 final tras una sucesión de errores y de aciertos en ambos conjuntos, más centrados en que el reloj determinara la conclusión que en lo que sucedía sobre la pista.

El caso es que el Naturhouse mira hacia arriba en Asobal logrando victorias que además permiten dosificar las piezas ya que este sábado toca medirse al Metalurg en la cuarta jornada de la EHF Velux Champions League. No hay respiro y el cuadro franjivino viaja a tierras macedonias este jueves. Es lo que tiene ese caprichoso calendario.

FICHA TÉCNICA

Naturhouse La Rioja: Aginagalde (p), Miguel Sánchez-Migallón (4), Langaro (3), Vigo (1), Luisfe (2), Garabaya (3) y Rocas (1), siete inicial, Molina (3), Peciña (1), Cacheda (4), Kappelin (p), Sanad (2), Ángel Fernández (2), Montoro (3), Garciandia (1) y Muñoz (1).

Benidorm: Mijuskovic (p), Simonet (6), Torrico (1), Santonja, Eloy González, Salinas (2) y Cuartero, siete inicial, Víctor Sáez (2), Vallés, Grau (3), Marchán (3), Calle (p), Jiménez (1), Bernabéu (2) y Chernov (1).

Parciales cada 5 minutos: 2-3, 5-3, 7-5, 11-7, 14-9, 17-11 (descanso), 19-13, 21-14, 25-15, 25-19, 27-20 y 31-21 (final).

Árbitros: Andrés Peñaranda Ortega y José Antonio Yagüe Moros. Excluyeron a los locales Garabaya (min. 7) y Garciandia (min. 59) y a los visitantes Jiménez (min. 24) y González (min. 31).

Incidencias: 1.200 espectadores en el Palacio de los Deportes.