El Constitucional alemán rechaza algunos aspectos del Tratado de Lisboa

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El Tribunal Constitucional alemán se ha pronunciado de manera negativa sobre algunos aspectos del Tratado de Lisboa, por lo que pide que se realicen ciertos cambios en la legislación alemana para que el documento pueda ser ratificado.

“En resumen, la Ley Básica dice 'sí' al Tratado de Lisboa pero exige un fortalecimiento de las responsabilidades parlamentarias a nivel nacional”, explicó el juez que preside el Constitucional, Andreas Vosskuhle, en referencia a la Carta Magna alemana. Sin embargo el Tribunal confía en que este escollo se supere rápidamente para poder proceder a la ratificación del Tratado.

El tribunal ha procedido a analizar el texto europeo a raíz de la petición de 50 diputados del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento), incluidos miembros del bloque conservador de la canciller Angela Merkel y parlamentarios del Linke (extrema izquierda).

Entre los opositores a la ratificación del Tratado se encuentra el conservador Peter Gauweiler, de la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, este diputado argumenta que el nuevo documento permitirá a los dirigentes de los estados miembros de la UE tomar decisiones en Bruselas sin necesidad de contar con la aprobación de los Parlamentos nacionales.

El Constitucional dictaminó que el apéndice de la ley que aprobaron ambas cámaras del Parlamento el año pasado y que allanaba el camino hacia la ratificación debe modificarse antes de que el jefe de Estado, Horst Koehler, firme el Tratado.

En el apéndice debe constar claramente que ambas cámaras, el Bundestag y el Bundesrat, tienen un papel importante a la hora de dar forma a las decisiones que se toman en Bruselas.

En un principio, los diputados que se oponían al Tratado argumentaban que el documento era incompatible con la legislación alemana, pero esto fue rechazado por el Constitucional, eliminando así uno de los obstáculos fundamentales a los que se enfrentaba el texto, que debe ser ratificado por los 27 países de la Unión para que entre en vigor.

El Tratado de Lisboa, aprobado el 13 de diciembre de 2007, ha tenido una andadura difícil desde que Irlanda dijera 'no' al documento tras la celebración de un referéndum para su aprobación o rechazo. En octubre se darán cita de nuevo los electores irlandeses para expresar su apoyo o o no al texto. Por su parte, Bruselas les ha asegurado que el Tratado no amenazará la postura de Irlanda en asuntos como el aborto, los impuestos o la neutralidad militar.

El presidente checo y el polaco, ambos euroescépticos, han declarado que no firmarán el Tratado hasta que no se sepa el resultado de la consulta popular en Irlanda y en Reino Unido (país donde ya se ha ratificado). Los conservadores alemanes han prometido someter el texto a referéndum si ganan las elecciones previstas para dentro de un año.

El Tratado de Lisboa es el segundo intento de la Unión Europea de conseguir una constitución para Europa, tras el fracaso del Tratado Constitucional de 2004.De lograrse la ratificación del texto, La Unión tendrá personalidad jurídica propia para firmar acuerdos internacionales a nivel comunitario.