El coronavirus no ha podido con la celebración de la Fiesta de la Bandera en Cervera del Río Alhama. En la festividad de la Ascensión, el municipio riojabejeño vive una de sus tradiciones más arraigadas, con la colocación, en la cruz que se encuentra en lo alto de la ermita-basílica de la Virgen del Monte una bandera con una cruz azul.
Cada año es una doncella o abanderada del pueblo la escogida para poner la bandera en este privilegiado lugar, en recuerdo de la leyenda de Fortún y Zahra, conocida como 'La mora encantada'. La lista mantiene un riguroso orden de inscripción en el que actualmente hay más de 200 inscritas (la mayoría son apuntadas al nacer y se borran de la misma si se casan o declinan la invitación a poner la bandera).
En esta ocasión, sin embargo, no ha podido celebrarse la fiesta como estaba previsto por la actual situación derivada de la pandemia de coronavirus (la abanderada de este año reside en Madrid y no podía, por tanto, desplazarse a la localidad y, además, no se permiten concentraciones y procesiones en esta fase de desescalada).
Sin embargo, el rito se ha mantenido y lo ha hecho de acuerdo a sus orígenes. Los encargados de subir al tejado de la basílica, poner la bandera y atar sus nudos en representación de todo el pueblo han sido representantes del clero, del ayuntamiento y de los devotos de la Virgen del Monte.
Así, se ha celebrado la misa como es habitual a las 12 en la Parroquia de San Gil (no la que habitualmente tenía lugar a las 9 en la propia ermita), se ha bendecido la bandera y se ha puesto en el lugar que ocupará durante este año en la cruz, retirando la de la última abanderada, María Muñoz, que la colocó el 2 de junio de 2019 en el mismo lugar.
En 2021, está previsto que llegue el turno de la doncella que no ha podido poner la bandera este año, Sonia Sesma.
Imagen: cerveradelrioalhama.net