El Estado registró un déficit de 62.780 millones de euros hasta septiembre en términos de Contabilidad Nacional, el 5,96% del PIB, frente al déficit de 13.507 millones de euros del mismo periodo del año anterior, lo que supone que se ha multiplicado casi por cinco en un año, según los datos presentados este martes por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.
Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 135.130 millones de euros, un 22,6% más, mientras que los ingresos sumaron 72.350 millones de euros, un 25,2% menos.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un déficit de 62.800 millones de euros, frente al déficit de 13.009 millones registrado entre enero y septiembre de 2008.
El déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta la caída de la recaudación, el impacto de las medidas anunciadas por el Gobierno, que ascienden a más de 27.000 millones por reducciones de impuestos, anticipos de devoluciones y mayores aplazamientos, y otras iniciativas del Gobierno para fomentar el empleo y la inversión.
A su parecer, las cifras de los nueve primeros meses del año muestran cierta ralentización en las caídas y son “coherentes” con el escenario planteado por el Gobierno para el conjunto del ejercicio, que apuntan a un déficit estatal del 8,1% y a un déficit público del 9,5%, aunque esta última cifra dependerá, en parte, de que las CC.AA. cumplan con el límite de déficit marcado por el Estado.
“No vamos a revisar (las previsiones)”, señaló Ocaña, quien admitió que habrá que esperar a finales de año para ver si las comunidades cumplen o no, y aseguró que las cifras confirman una vez más la “necesidad ineludible” de iniciar el camino de la consolidación fiscal.
En este sentido, recordó que el objetivo sigue siendo reducir el déficit público a tasas más cercanas al 3% en el año 2012, y aseguró que España no ha “pedido ni presionado” a Bruselas para que amplíe este margen, aunque existe cierta especulación sobre la posibilidad de que finalmente lo haga.
“Nosotros jugamos con las reglas”, aseguró el secretario de Estado, quien reconoció que será una tarea “difícil” que exigirá un esfuerzo de austeridad “muy importante”.
La recaudación neta hasta septiembre ascendió a 116.842 millones de euros, un 16,2% menos que en 2008. En concreto, la recaudación impositiva cayó un 19,3% debido al descenso del 15,8% de los impuestos directos, hasta los 63.933 millones de euros, y a la bajada del 24,3% de los ingresos por impuestos indirectos, hasta los 40.200 millones de euros.
SE MODERA LA CAÍDA DEL IRPF
El IRPF cayó un 10,9%, hasta los 46.839 millones,
lo que supone, según Ocaña, una mejora de 1,6 puntos respecto a la caída del mes anterior. El descenso registrado entre enero y septiembre se debió, principalmente, a la agilización de las devoluciones, a los mayores aplazamientos y a la deducción de los 400 euros. De hecho, la cifra de caída sería del 7,2% si no se tuvieran en cuenta las medidas aplicadas.
El Impuesto de Sociedades aportó unos ingresos de 14.404 millones, lo que supone una caída del 30,4% debido a la mayor agilización de las devoluciones, al impacto de la segunda fase de la reforma fiscal y a los menores beneficios de las empresas dada la situación económica actual. En este caso, la caída sería del 29,7% sin las medidas.
Además, el secretario de Estado de Hacienda aseguró que lo que más influye en las cifras de este impuesto son los malos resultados del año 2008, ya que las cifras de 2009 muestran una evolución menos negativa.
En el IVA, la recaudación fue de 23.816 millones de euros, un 33,9% menos en comparación con el ejercicio anterior, descenso que se debe, en parte, al adelanto de las devoluciones respecto a la campaña tipo, así como a la ampliación del derecho de devolución mensual y a los mayores aplazamientos contabilizados. El IVA habría caído un 21,2% si no se hubiesen puesto en marcha algunas medidas fiscales.
MODERACIÓN “MUY NOTABLE” DE LA CAÍDA DEL IVA
Según Ocaña, las cifras del IVA ponen de manifiesto que las decisiones de gasto se siguen aplazando, aunque la caída se ha moderado “de forma muy notable”. De hecho, aseguró que la caída mensual del impuesto supone sólo una tercera parte de la caída anual, lo que refleja un menor descenso del gasto en consumo y del sector inmobiliario ligado a este impuesto.
Por su parte, los ingresos por impuestos especiales se elevaron hasta los 14.316 millones de euros, un 2,5% menos. De este capítulo destaca la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que cayó un 13,4%, mientras que la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos registró un descenso del 4,4%.
Sobre el efecto de los últimos cambios tributarios en estos impuestos, Ocaña aseguró que se están confirmando las previsiones del Gobierno de que se recaudarán 850 millones más en 2009, lo que supone una media de 170 millones más al mes. “No hay una desviación significativa”, aseveró.
LOS GASTOS CRECEN UN 25,3%
Por lo que se refiere a los gastos, estos representaron un total de 133.501 millones de euros, con un aumento interanual del 25,3%. Las transferencias corrientes crecieron un 28,1%, con 77.089 millones, entre las que se encuentran las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal por 13.508 millones.
Asimismo, destacan las transferencias de capital, que aumentaron un 155,2% entre enero y septiembre debido, sobre todo, a los pagos al Fondo Estatal de Inversión Local. En este sentido, Ocaña destacó que la evolución de los gastos está “fuertemente condicionada” por la coyuntura actual y las medidas puestas en marcha para frenar la crisis.
A finales de septiembre, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 85.290 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una necesidad de 18.103 millones. Según Ocaña, esto se debe, además de al déficit de caja, al incremento de las operaciones netas sobre activos financieros, lo que incluye las aportaciones al Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) y al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).