El día que nació Sudán del Sur

Rioja2

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En este primer fin de semana de independencia reconocida poco o nada ha cambiado respecto a la situación que se viene viviendo en la recién nacida república de Sudán del Sur. En claro han sacado que no quieren volver a repetir los errores del pasado y caer de nuevo en otra guerra civil como la que ha enfrentado a norte y sur del país desde 1983.

Sudán del Sur, sus mujeres y sus niños, festejaban bajo un sol aciago la independencia horas antes de la llegada del día cero, que recibieron entonando el “cumpleaños feliz”. Miles de personas pasaron la noche del viernes al sábado a la intemperie para celebrar que finalmente podrán tomar las riendas del país, aunque la realidad va ser diferente, porque ambas partes están condenadas a entenderse por cuestiones económicas y prácticas. El petróleo supone el futuro de Sudán del Sur y de la República de Sudán. Ambos se necesitan porque la recién nacida república contiene un 90% del petróleo del país, pero los oleoductos se hallan en el norte. Si bien es verdad, el ministro de Transportes de Sudán del Sur ya se ha comprometido a trabajar por la creación de uno en el país para terminar con esta dependencia. Las refinerías también se localizan al norte de una frontera que aún no está definida y en torno a la cual hay dos asuntos pendientes que se llaman Kordofán del Sur y Abyei que tendrán que resolver para no caer en nuevos conflictos.

Respecto del petróleo, a partir de ahora Jartum ya no será quien decida, sino Juba, la recién estrenada nueva capital sursudanesa. Para gran parte de la población estos son asuntos menores comparados con el conflicto de Kordofán del Sur, donde la ONU ha denunciado la existencia de miles de desplazados por los enfrentamientos de la población de esta pequeña región con el norte de Sudán, país al que no quieren pertenecer. El mayor problema es que Juba se ha desentendido de esta cuestión porque no quiere entrar en conflicto con sus vecinos del norte. Mientras, en Abyei son los conflictos entre las tribús las que mantienen la tensión en una región por la que habrá de cruzar la frontera.

Palabras e intenciones por y para la paz no faltan, porque el sábado el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardit, anunció que habría una amnistía general para todos los que se rebelaron contras las autoridades de Juba en el proceso de independencia, que por otro lado fue mayoritariamente aprobado por su población.

Cubierto por un sombrero de cowboy, regalado por el presidente Bush durante su presidencia, abogó por la economía como la “llave de la prosperidad” y apostó por “redoblar esfuerzos” para construir “instituciones”, así como “fortalecer el sector privado y captar la inversión directa extranjera”. Luchar contra la corrupción política es otro de los frentes abiertos del presidente de Sudán del Sur, confirmado como el país 193 de la ONU, y el 53 de África.