El jesuita español Adolfo Nicolás necesitó dos votaciones para ser elegido nuevo Superior General de la Compañía de Jesús, según informó la oficina de prensa de la orden, que no dio más detalles sobre el número concreto de votos que obtuvo en el escrutinio definitivo.
De los 217 jesuitas electores, al menos 109 eligieron a Nicolás --la mitad más uno--, ya que, según la normativa de la orden, el Superior General debe ser elegido por mayoría absoluta. La votación tuvo lugar poco antes del mediodía. Una vez alcanzado el resultado, la noticia fue comunicada por teléfono al Papa.
Según declaró el portavoz de la Compañía de Jesús, el padre José María de Vera, después de “rezar, reflexionar y consultarse unos a otros sobre cuál de ellos podía ser el más adecuado” para ocupar este cargo, los padres electores “lo han dejado todo en manos de Dios” siguiendo así “el espíritu de San Ignacio”.
En cuanto a los rasgos característicos de Nicolás, De Vera destacó su “gran experiencia en Asia”, que es un continente “especialmente querido” por la Compañía y hacia el que, actualmente, la orden mira con atención.
El hecho de que haya sido elegido en la segunda votación, a diferencia del Superior saliente, el Padre Peter-Hans Kolvenbach, que había sido elegido a la primera, puede responder a la edad de Nicolás, que tiene 71 años, señalaron fuentes de la orden. Aun con todo, “sigue tratándose de una votación rápida”, precisaron.
Ha sido una elección “guiada por Dios” y por tanto, “muy acertada”, al igual que todas las que ha habido a lo largo de la historia de la compañía, que ha tenido 29 superiores “espléndidos”, concluyó De Vera, que conoce a Nicolás desde hace tiempo y, como él, ha pasado muchos años de su vida en Japón.
Nicolás nació en Villamuriel (Palencia) el 29 de abril de 1936, y después de estudiar Filosofía en España se trasladó a Japón, donde se dedicó a la teología y fue ordenado sacerdote. A partir de entonces pasó casi toda su vida en este país, con un paréntesis en Roma y otro en Filipinas.
Desde el siglo XVI, la Compañía de Jesús ha jugado un papel muy importante en la Evangelización del continente asiático, especialmente a partir de la llegada de San Francisco Javier, que se dedicó plenamente a la propagación de la fe cristiana sobre todo en India, Indonesia y Japón.