El ex presidente taiwanés Chen Shui Bian, conocido por su retórica en contra de China mientras estaba en el cargo, fue hallado este viernes culpable de corrupción y condenado a pagar una multa de seis millones de dólares y a cadena perpetua.
El tribunal de distrito de Taipei le acusó de soborno y corrupción, cerrando así un caso criminal de alto perfil que fue abierto hace casi tres años en el que están implicados tanto la esposa de Chen como numerosos miembros de su familia y entorno.
Cientos de seguidores se manifestaron de forma violenta cerca del tribunal como protesta después de que el veredicto y la sentencia fueran anunciados.
Los fiscales han acusado a Chen de malversar 3,2 millones de dólares procedentes del fondo de una oficina presidencial especial, aceptar sobornos de cerca de nueve millones de dólares relacionados con un acuerdo de tierras y tomar otros 2,73 millones de dólares en sobornos para ayudar a ganar a un contratista un proyecto gubernamental.
Chen niega haber cometido ningún delito y ha asegurado que apelará el veredicto.
Por su parte, la esposa de chen, Wu Shu Chen, fue condenada de siete cargos de corrupción y también sentenciada a pagar una multa y a cadena perpetua.