Inapelable. El remate de Adrián León vale su peso en oro. Por segunda semana consecutiva, la UD Logroñés se abona a marcar en el tiempo añadido. Si ante el Sestao la celebración parecía de victoria, en Gobela el tanto del omnipresente jugador cántabro se festejó como lo que fue, de un triunfo sacrificado y merecido por el esfuerzo y el trabajo desplegado por un cuadro blanquirrojo, que además rompe ese gafe que le impedía sumar tres puntos de una tacada a domicilio.
El mérito gana más valor después de que dos minutos antes el Arenas, hasta el sábado invicto esta temporada como local -no caía en su campo desde abril-, hubiera empatado merced a un penalti cometido por Thaylor sobre Escrich. Pero la fe y el compromiso de los riojanos se manifestó en el saque de esquina que puso Chevi y en el testarazo, poderoso, de Adrián León para colocar el esférico en la escuadra. Otro bloque se hubiera hundido, apenas habría reaccionado. Es más, la temporada pasada, en dos ocasiones, los rivales hasta le dieron la vuelta al marcador tras lograr la igualada en la recta final.
De hecho, un punto era un botín escaso para lo ofrecido por ambos conjuntos. Porque no hubo sorpresas sobre lo que iba a ser el partido en Gobela. Intensidad, esfuerzo, sacrifico, concentración, juego vertical y directo, atención a las segundas acciones y búsqueda del aprovechamiento de los pocos espacios que hubiera, además de la importancia de las jugadas a balón parado, determinantes como se comprobó a la conclusión.
MUCHOS CAMBIOS EN EL ONCE
La UDL supo leerlo y apostó por la seguridad, la sobriedad defensiva y un juego aéreo de lujo -Amelibia se incrustó en la medular en los regresos de Caneda y Julio Rico al once- para desde la parcela defensiva ir estirándose por momentos, cuando lo necesitaba, como aconteció con el tanto de Espina pasado el cuarto de hora tras una peinada de Mendi, trabajador y bullicioso hasta que abandonó el campo. Con Reguilón y Fran Pastor como extremos y con Espina actuando por dentro, la UDL casi siempre tenía una buena opción donde elegir. Si era por dentro y por arriba, estaba Mendi, si era por abajo, aparecía Espina; si tocaba buscar la velocidad, irrumpían los dos madrileños.
Amelibia, además, aportaba el músculo en la zona ancha donde Adrián León no estaba solo. El centro de la zaga estuvo bien cubierta con Caneda y Pazó, brillantes en los duelos individuales y en las coberturas. Julio Rico, ordenado y con mejor juego aéreo que Salvador, cerró el lateral diestro, mientras que Paredes, más concentrado que en anteriores citas, mantenía el tono de todo el bloque; unido, compacto, aguerrido. Miguel, por su parte, parecía liberado de trabajo. Es como si el resto de compañeros le facilitaran la labor. Por si acaso, las escasas ocasiones en las que tuvo que participar lo hizo con solvencia.
No en vano, sólo Aguiar, desde el costado derecho del Arenas, ofreció mordiente en un conjunto, el vasco, bloqueado, atenazado y sin respuesta ante el perfecto planteamiento de una UDL rocosa, pero también ambiciosa. Espina, después de un rechace en un córner, pudo hacer el 0-2 antes de la media hora, pero es que los riojanos remataban, hacían daño a balón parado, como Mendi, con un cabezazo forzado.
FALTÓ LA SENTENCIA
Es cierto que faltó la sentencia en la segunda parte, cuando el cuadro blanquirrojo cerró filas y esperó una contra para finalizar el duelo más tranquilo. Reguilón y Thaylor, tras una gran acción individual, dieron dos buenos sustos, mientras que Espina que no se creyó su remate tras una buena asistencia de Mendi, lamentaría el no haberse levantado por si el delantero vasco llegaba, como sí hizo, a una bola que parecía que se iba a perder por la línea de fondo. El asturiano, tumbado en el área pequeña, no pudo rematar el posterior centro del vasco.
Existía cierto recelo por saber qué sucedería tras el descanso. Quién movía ficha. El Arenas buscó mayor presencia en el área rival, pero sin generar oportunidades. La puesta en escena de Thaylor dio más pegada a los suyos. Sus compañeros lo buscaban con insistencia porque sabían que podía ser fundamental en la faceta ofensiva si el equipo, como fue ocurriendo, iba replegando ante el ímpetu local. Mendi, dejándose caer al perfil diestro y con Espina en el remate, estuvieron cerca de certificar el triunfo visitante.
Se acercaba el desenlace del duelo y aunque el control seguía siendo del bando riojano, Gobela permite que de un despeje llegue una ocasión, de una internada y de un buen pase por dentro venga un penalti cuando Escrich caía. Thaylor fue amonestado. Matador ejecutaba y aunque Miguel adivinó el lugar, el tiro del centrocampista, ajustado, colocaba el empate a uno. Era el minuto 88. Para ese momento, Luca Ferrone por fin había debutado con la elástica blanquirroja. El italiano actuó como extremo derecho, ayudando a Julio Rico, después de que Reguilón pidiera el cambio.
Con el tanto de penalti, obra de Matador, después de que Thaylor trabara a Escrich, en el minuto 88 el punto había que verlo como bueno, aunque escaso, en un campo en el que pocos han sumado. Sin embargo, esta UDL no se conformó. Eso se desprende de forzar un córner en el minuto 90. Es como si lo realizado previamente hubiera servido de estímulo en un partido controlado, manejado en los tiempos por un equipo consciente de lo que había que hacer y de lo que no, porque tan importante es una cosa como otra.
El empate se veía como una oportunidad perdida para demostrar que hay que seguir creyendo en esta UDL. Pero ahí estaba Adrián León, más allá del tanto está firmando una temporada espectacular, para saltar más que su oponente, para hacer bueno el envío de Chevi y para provocar el éxtasis en los aficionados logroñeses que se acercaron hasta Gobela para comprobar que los pupilos de Carlos Pouso quieren dar que hablar, y para bien.
FICHA TÉCNICA
Arenas de Getxo: Company; Ibon Díez (Zumalakarregi, min. 57), Cabero, Bergara, Royo (Escrich, min. 76); Matador, Borja Díez (Sáez, min. 83); Aguiar, Álvaro Romero, Aitor Ramos; y Dani López.
UD Logroñés: Miguel; Julio Rico, Caneda, Pazó, Paredes; Adrián León; Fran Pastor (Thaylor, min. 57), Amelibia, Espina, Reguilón (Luca Ferrone, min. 70); y Mendi (Chevi, min. 82).
Goles: 0-1, min. 16: Espina. 1-1, min. 88: Matador. 1-2, min. 90: Adrián León.
Árbitro: José Miguel Álvarez (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Dani López (min. 65) y Cabero (min. 87) y a los visitantes Adrián León (min. 58), Paredes (min. 73) y Thaylor (min. 89).