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El fin del felino más grande de la naturaleza

Rioja2

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La conciencia social hacia el medio ambiente y la conservación del entorno ha crecido exponencialmente en los últimos años. De esta forma, es habitual encontrar cada día más iniciativas preocupadas por la conservación del planeta y de las especies que viven en él. Este año ha sido elegido por el Banco Mundial , varias ONG de ecología y diferentes gobiernos para desarrollar el programa del Año del Tigre , que pretende dar a conocer los riesgos que corre la especie.

En los inicios del siglo XX se podían contabilizar más de 100.000 ejemplares de tigre en libertad. Sin embargo, en estos momentos esta cifra no pasa de los 3200. Diferentes causas han contribuido a llevar a la casi total extinción de esta especie, como son la deforestación de los bosques, la expansión de la agricultura o el conflicto con los seres humanos.

A parte de que sea importante evitar la desaparición de más seres vivos, la conservación del tigre se convierte también en la defensa de un valor cultural, ya que en las sociedades asiáticas este felino es una parte fundamental de la mitología, la literatura, el arte y la religión. Hay que añadir que su conservación es de vital importancia para los ecosistemas en los que habita, pues ejerce de regulador al ser depredador de las especies herbívoras.

Diversidad en los tipos de tigre

Los científicos han clasificado al tigre en 9 subespecies diferenciadas, principalmente por la zona en la que habitan y sus diferencias físicas o genéticas. De estas subespecies, podemos encontrar en libertad solamente a 6, ya que tres de ellas han sido exterminadas a lo largo del siglo XX, y no se puede encontrar ningún ejemplar de estos tipos.

Una de las especies que aún resiste, aunque extremadamente amenazada, es el Tigre del Sur de China. Su hábitat se encuentra situado en los bosques húmedos y en las praderas del sureste de China. En 1959, el número registrado de ejemplares era de unos 4000, por lo que el gobierno lo consideró como una plaga a exterminar. De esta forma, en 1977 ya sólo quedaban 200 ejemplares en libertad. En las década de los ochenta es calificada como Subespecie en Peligro de Extinción por el convenio CITES. A partir del 2002, el gobierno chino ha puesto en marcha diversas campañas para poder incrementar la población de este tigre. Ya en el año 2006, se estimaba que había unos 80 tigres silvestres en el Sur de China.

Otro de los subgrupos que aún se pueden encontrar es el del Tigre de Indochina, que tiene su hábitat natural en las regiones de Camboya, la frontera del sureste de China, Laos, el norte de Malaca, Myanmar, Tailandia y Vietnam. En los últimos años, se estima que entre todas estas localizaciones no haya más de 1200 ejemplares en libertad. Muy similares a los tigres de Bengala, aunque bastante más pequeños. Se encuentra amenazado principalmente por la caza furtiva, la ocupación y división de su hábitat natural por parte de los humanos.

Curiosamente, y debido a sus similitudes fisiológicas, el Tigre Malayo no fue considerada como subespecie independiente hasta el año 2004. Hasta ese momento, estaba dentro del mismo grupo del tigre de Indochina pero se comprobó científicamente que había suficientes diferencias genéticas entre uno y otro como para crear una nueva división. El tigre es un símbolo en Malasia, donde forma parte de su escudo de armas y de los emblemas de firmas comerciales muy destacadas.

El Tigre Siberiano es el que vive más al norte de todas las subespecies. Suele habitar en los bosques de hoja perenne del extremo sureste de Siberia, en la frontera entre Rusia y China. Actualmente se contabilizan solamente 500 ejemplares, eso sí, reunidos en un territorio único y más o menos continuado. Ésta es una de las pocas subespecies que pudo mantener una población estable hasta la década de 90. Sin embargo, la caída de la Unión Soviética y las crisis económica en la zona favoreció la caza furtiva de la especie. Existen diversos proyectos para la protección de los tigres siberianos, siendo uno de los más respetados.

También el Tigre de Bengala disfruta de muchas protecciones e iniciativas para su conservación, por lo que es el más numeroso. Esto se debe a que es la especie más reconocida e identificada por la sociedad. Se encuentra en las zonas de India, Bangladesh, Nepal y Bután. Reside en una gran diversidad de hábitat, siendo éstos muy diferentes entre sí. Se pueden encontrar tanto en bosques, como en manglares, pantanos o selvas. Es la subespecie que muestra una mayor interacción y que se sociabiliza más fácilmente. En un censo realizado en 2008, se comprobó que existen unos 1411 ejemplares, aunque la mayoría de ellos residen en parques nacionales.

Especies desaparecidas

Existen otras tres subespecies de tigre, aunque en estos momentos es imposible encontrar algún ejemplar vivo, ya que todas ellas se han extinguido a lo largo del siglo pasado. Uno de ellos es el Tigre del Caspio, extinto desde 1970. Originariamente podría encontrarse en la península de Anatolia, el Cáucaso, Kurdistán, Norte de Irak e Irán y Afganistán. La razón principal para su extinción fueron las medidas llevadas a cabo por los zares de Rusia para ocupar la zona de Asia Central y el Cáucaso. Según publica Raúl Arnoldo Valvert en su informe “El tigre, señor de la selva”; se encargó al Ejercito el exterminio de esta especie que impedía la expansión del imperio a principios del siglo XX. En otras zonas, no está muy claros los motivos de su desaparición, pero los expertos creen que fue debido a causas similares.

La segunda de estas especies desaparecidas es el Tigre de Bali, que únicamente podía encontrarse en ésta pequeña isla de Indonesia. La escasa extensión del territorio donde vivía, y el crecimiento de la población y la agricultura en la isla durante los primeros años del siglo pasado provocaron el retroceso de la especie. Sin embargo, lo que terminó verdaderamente con estos tigres fue la práctica de cazarlos por deporte. El último tigre balinés fue cazado en el oeste de la isla el 27 de septiembre de 1937.

Los mismos motivos han provocado la extinción del Tigre de Java. Estos animales, que solamente habitaban en la isla de Java, sobrevivieron hasta 1980, cuando el último ejemplar de la especie murió.

El caso del Tigre de Sumatra

Otra de las subespecies de este felino es el Tigre de Sumatra. Se ubica en la isla Indonesia de Sumatra y su hábitat se encuentra tanto en los bosques de las llanuras como en las montañas. La población salvaje de este tigre se estima entre 400 y 500 ejemplares, que en su mayoría se encuentran en los cinco parques nacionales de la isla. Existe un especial interés por conservar esta especie por parte de la comunidad científica, ya que en los últimos análisis de ADN revelan que el Tigre de Sumatra posee unas características genéticas únicas, y que si los estudios confirman este hecho, podría convertirse en una nueva especie diferente a la del resto de tigres.

Por este motivo, y como un intento de proteger al Tigre de Sumatra, esta especie fue incluida en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en el año 2006. Además, la propia legislación de la República de Indonesia reconoce la protección a esta especie. Así, en el Acta núm.5 de la Conservación de Recursos Vivientes y sus Ecosistemas de 1990, ya aparecía como una especie a proteger. Según la legislación indonesa está prohibido matar, poseer o comerciar con ejemplares vivos, muertos o parte de los mismos de las especies incluidas en el Acta num.5. Por otro lado, Indonesia entró a formar parte del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en 1978, y por lo tanto, de todas las especies de tigre que se encontraran en el país.

A pesar de todas estas protecciones, diversas amenazas ponen en peligro la supervivencia del tigre de Sumatra. Para WWF, son tres los mayores peligros a los que tiene que hacer frente el tigre. Entre ellos, se encuentra la reducción del hábitat natural de los felinos. Con el desarrollo de la sociedad y el crecimiento de la población, sobre todo a partir de 1940, los bosques y junglas donde habitaba el tigre se han visto reducidos drásticamente. La necesidad de ampliar la zonas de cultivo para la expansión de la agricultura o de la construcción de viviendas han provocado que los grupos de tigres se hayan visto divididos y aislados. Estos hecho van muy ligados al conflicto existente entre los humanos y los tigres, otra de las amenazas que denuncia la organización WWF. La falta de espacio y de animales para alimentarse, obliga muchas veces a los tigres a atacar granjas, animales domésticos o incluso personas que viven en zonas cercanas a ellos. Por este motivo, muchos residentes o autoridades matan indiscriminadamente estos ejemplares.

Además, esta especie de tigre también debe hacer frente a la caza furtiva y el comercio ilegal. Diversas partes del Tigre de Sumatra son usadas en la medicina china y la religión, por lo que es habitual la venta de piezas en joyerías y tiendas tradicionales, pese a que este tipo de comercio este prohibido por las autoridades.

La rápida desaparición de los ejemplares en libertad ha puesto en alerta a las autoridades y a la sociedad, por lo que cada vez son más habituales los intentos por proteger a esta especie. Un ejemplo de ello es la iniciativa que ha puesto de la ONG ecologista WWF “tx2: Doble o nada” , con la que persigue doblar la población de tigres en todo el mundo para el año 2022, coincidiendo con la llegada del nuevo Año del Tigre. Los gobiernos de Bangladesh, Birmania, Bután, Camboya, China, India, Indonesia, Laos, Malasia, Nepal, Rusia, Tailandia y Vietnam ya se han sumado a esta causa.

“Vamos a proteger los tigres salvajes y su área de caza de la cacería ilegal, y a los hábitat críticos de tigres de ocupación, a través de patrullaje, coordinación transfronteriza y eliminación del comercio internacional de tigres, partes de tigre y derivados a través de leyes efectivas y de su aplicación, a niveles nacional e internacional, si necesario, con apoyo de agencias internacionales especializadas”, han asegurado los ministros de estos países en la 1ª Conferencia Ministerial para la Conservación del Tigre que tuvo lugar en Tailandia el pasado mes de febrero.

Queda patente, así, la intención de las diferentes partes implicadas, por comprometerse con la causa. El próximo mes de septiembre, los ministros se volverán a reunir, esta vez en Rusia, para evaluar los resultados de las decisiones que se han tomado en la reunión anterior.

La protección del tigre no sólo supone la conservación de este animal. Al luchar por proteger los hábitat de estos ejemplares, se contribuye indirectamente a la protección de otras especies de plantas y animales, es decir, los ecosistemas más importantes del mundo se ven a su vez más protegidos. El Año del Tigre, y la efectividad de las iniciativas que se lleven a cabo durante este periodo, servirá para verificar si realmente se está a tiempo de revertir la situación medio ambiental y la posibilidad de crear una sociedad que se desarrolle de forma sostenible.