Los próximos 8 y 9 de septiembre se celebrará la vista oral contra estas siete personas, acusadas de traficar con cocaína que traían desde Bolivia, y para los que el fiscal pide una pena de doce años por un delito de tráfico de drogas en Logroño, por el que cada uno tendrá que pagar además una multa de casi 77.500 euros.
Los hechos se remontan al año 2006, cuando la Policía comenzó a investigar a los acusados, que traían la droga en avión a través de “muleros” o bien la compraban en otras ciudades españolas.
Después, la distribuían en pequeñas dosis en bares y establecimientos de Logroño y abonaban los pedidos a través de múltiples transferencias al extranjero, según detalla el fiscal en su escrito de acusación.
En un domicilio de la calle Duques de Nájera de la capital riojana vivía un matrimonio formado por dos de los acusados, quienes eran los que ordenaban a los “muleros” donde tenían que alojarse y llevar la droga a otras personas. En este piso, la Policía encontró 3.005 euros en un bolso de viaje y otros 11.440 euros escondidos en un calcetín metido en una bota, distribuidos en diversos billetes. También apareció el justificante de una transferencia de 1.500 euros a Bolivia, a nombre de otro de los acusados.
En otra vivienda de la calle María Teresa Gil de Gárate, habitada por otros dos acusados y una mujer que no está procesada en esta causa, se encargaban de recibir la droga y distribuirla después.
Los agentes también encontraron recibos de transferencias a Bolivia por un valor total de 7.457 euros, además de 36 gramos de cocaína (valorada en 1.398 euros) y diversas agendas con nombres, teléfonos y cantidades.
Otro de los acusados, que mantenía una relación con una de las procesadas, prestó su nombre para que figurase en alguna de las transferencias a Bolivia y también le dejó su tarjeta de residencia a otro imputado para que cambiase euros por dólares.
En el registro de otra casa ubicada en María Teresa Gil de Gárate encontraron 10.000 euros en billetes de 500 y 1.966 dólares, una balanza de precisión y recibos de más envíos a Bolivia, por un total de 13.380 euros.
También había una libreta de ahorros con 16.000 euros y también encontraron una agenda con anotaciones de billetes por un valor de 18.300 euros.
Un testigo protegido que colaboró con la Policía entregó 942 gramos de cocaína distribuida en bolsitas, valorada en un total 37.328 euros.