El empresario británico, que fundó la aerolínea en 1995 y posee los derechos de la marca 'easy' a través de easyGroup IP Licensing, señala en su reclamación que easyJet podría haber vulnerado el acuerdo alcanzado hace ocho años, justo antes de la oferta pública de adquisición (OPV) de la compañía, por el que se estipulaba que al menos un 75% de los ingresos de la compañía debían provenir del transporte aéreo de pasajeros, en vez de la comercialización de bienes y servicios complementarios.
En este sentido, Stelios señala que no debería sorprender a nadie que determinadas fórmulas que fueron redactadas hace ocho años puedan ser interpretadas en más de un sentido a la vista de los rápidos cambios en el modelo de negocio de las aerolíneas de bajo coste y sus reciente búsqueda de ventas complementarias.
“Quiero ser justo con el resto de accionistas de easyJet, pero también con los muchos inversores de del resto de negocios con la marca 'easy'. Dado mi compromiso con los más elevados estándares de gobierno corporativo y mi obvio conflicto de intereses como directivo y accionista de ambas compañías, creo que es lo mejor solicitar al tribunal la interpretación de determinadas cláusulas en el acuerdo de licencia de marca, especialmente la denominada regla 75:25”, señala el empresario.
Asimismo, Stelios indica que ha sugerido a los consejos de administración de ambas compañías alcanzar un acuerdo para no realizar operaciones con acciones de easyJet hasta que el asunto sea resuelto.
Por su parte, la aerolínea de bajo coste señala que su modelo de negocio respeta los términos contemplados en el acuerdo de licencia de marca suscrito entre las partes y explicó que, bajo su punto de vista, los ingresos derivados de su actividad principal incluyen al menos aquellos derivados del precio de los billetes pagados por los pasajeros, así como todas las comisiones y cargos asociados al vuelo, por lo que señala que suponen “sobradamente” la principal fuente de ingresos de easyJet en cumplimiento de la regla 75:25.
Asimismo, la aerolínea defiende que otros ingresos como los provenientes del alquiler de vehículos o reservas de hotel también “son derivados de su actividad principal”.