El Getafe consiguió frenar las aspiraciones europeas del Real Mallorca al propinarle un severo correctivo (3-0) gracias a la exhibición del joven centrocampista Dani Parejo, en el partido que abrió la vigésimo sexta jornada de la Liga BBVA, que también dejó la incapacidad del Athletic (0-0) para llevarse la victoria de El Molinón.
El cuadro azulón puso punto y final a su mala racha en 2010 y venció al Mallorca tras seis jornadas sin conocer el triunfo. El equipo de Míchel, que cuajó un excelente partido, se adelantó por mediación de Dani Parejo. La joven perla azulona cabeceó a gol un centro medido de Gavilán desde el costado izquierdo.
A la media hora del choque, el 'Geta' ya doblegaba a los insulares, que se habían asomado al área local de forma tímida y que apenas inquietaron el arco defendido por Óscar Ustari. El que menos se dejó ver fue Aritz Aduriz, que rebajó las opciones bermellonas de jugar la 'Champions' la próxima campaña.
En la segunda mitad, los de Gregorio Manzano intentaron exponer algún argumento que llevase la igualada al marcador, pero los mallorquines dejaron claro que sus buenos números como local, no tienen continuidad cuando juega lejos del calor de su afición.
Así, el venezolano y oportunista Miku consiguió dar el tanto de la tranquilidad a los de Míchel, a diez minutos del final. El ariete, que ya debutó con gol ante el Mallorca en Copa del Rey, definió por bajo para batir a Aouate. En las postrimerías, Manu del Moral cerró la cuenta desde el punto de penalti previa expulsión de Nunes, que intentó evitar el gol getafense con la mano.
Por su parte, en Gijón, Sporting y Athletic firmaron tablas (0-0) en un partido --plagado de españoles en los dos onces iniciales-- y donde los pupilos de Joaquín Caparrós dejaron escapar nuevamente un penalti para llevarse la victoria del feudo asturiano. Los vascos fueron superiores en la segunda mitad, pero no pudieron concretar su dominio ante la actuación de un soberbio Juan Pablo.
Pero la ocasión más clara la marró Gabilondo desde los once metros en el segundo acto. A partir de ahí, De las Cuevas intentó cambiar el signo del partido con alguna acción aislada, pero fue el joven Íker Muniaín quién dispuso la ocasión más clara en el tiempo de descuento.