El Gobierno de Botsuana, República del sur de África, obligó al pueblo indígena de los bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central a abandonar sus tierras en diferentes oleadas de expulsiones. Tras la batalla legal que este pueblo ganó en 2006 por la que el Tribunal Supremo de Botsuana declaró que su expulsión fue “ilegal” e “inconstitucional”, el Gobierno se ha negado a facilitar permisos de caza en la reserva y ha detenido a más de 50 bosquimanos por llevar a cabo esta práctica, además de prohibirles el acceso a su pozo de agua durante una de las sequías más severas de los últimos años.
Seis de los detenidos en 2007 por cazar sin permiso fueron acusados recientemente. La decisión gubernamental de imputar los cargos a los hombres se produjo poco después de que los bosquimanos iniciaran procedimientos judiciales por conseguir el derecho de uso del pozo de la reserva, única opción de obtener agua a una distancia razonable de su lugar de residencia. Sin embargo, el magistrado encargado del caso ha considerado conveniente dejarles salir de prisión solo con una amonestación.
Después de la expulsión de los bosquimanos de la reserva, el Gobierno precintó el pozo de agua y se ha negado a permitir que lo utilicen de nuevo, ni siquiera si los costes los asumen ellos. Actualmente, la única propuesta del Gobierno es que los indígenas realicen un viaje de ida y vuelta de 400 km para recoger agua si quieren vivir en esta tierra, aún cuando se enfrentan a la posibilidad de ser detenidos si cazan allí.
La ONG Survival International sigue defendiendo su causa y su derecho a sobrevivir en su propia tierra. “El presidente Khama proclama con orgullo sus credenciales conservacionistas con su asiento en la junta directiva de la organización Conservation International, pero parece feliz tratando a los bosquimanos peor que a animales. Está más que claro que su Gobierno está decidido a desafiar a su propio Tribunal Supremo y hace que la vida de los bosquimanos en la reserva sea imposible. A los bosquimanos no se les permite el acceso a su propio agua, se les niegan las licencias de caza y son arrestados cuando lo hacen, que es el único modo que tienen de alimentar a sus familias. Menos mal que el magistrado tiene un punto de vista más humano sobre cómo tratar a las personas en este caso”, declaraban hoy responsables de la organización.
-Fotos cedidas por Survival International-