El Gobierno español y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD] han firmado en Madrid el Acuerdo Estratégico de Asociación para el período 2009-2012, por el cual se establece una “mayor claridad en las áreas prioritarias de trabajo” y una mayor “planificación de los fondos destinados al PNUD” a cambio de una mejora en la rendición de cuentas y en la gestión por resultados.
Las áreas prioritarias que se han establecido son la lucha contra la pobreza y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio [ODM], la gobernabilidad democrática, la prevención de conflictos y construcción de la paz, el cambio climático y el medio ambiente teniendo en cuenta, según la secretaria de Estado de Cooperación Internacional Soraya Rodríguez, la “vinculación cada vez más importante entre cambio climático y lucha contra la pobreza”, y la reforma del sistema de desarrollo de Naciones Unidas. El acuerdo es por tres años e implica un compromiso financiero por parte de España de 393 millones de euros con el doble objetivo de fortalecer al PNUD y de financiar los programas y áreas prioritarias.
Tras la firma del acuerdo, Soraya Rodríguez, declaró que la financiación multianual permitirá que “haya una mayor previsibilidad de las contribuciones financieras con que podrá contar el PNUD procedentes de España”. Por su parte, la administradora general del PNUD, Helen Clark, destacó que la financiación multianual y la consiguiente previsibilidad de fondos permitirá “planificar mejor lo que podemos hacer con los recursos de manera coordinada y eficaz”.
Como contrapartida de ese compromiso financiero a tres años, el acuerdo estratégico establece los mecanismos de seguimiento, evaluación, información y rendición de cuentas que tendrá que ofrecer el PNUD al Gobierno español por las contribuciones financieras de España. Para la rendición de cuentas, según la secretaria de Estado, se presentarán todos los años las llamadas “Metas anuales” que se trabajarán conjuntamente con el PNUD y al final de cada ejercicio se elaborará un informe anual que contemplará las informaciones sobre el uso de los fondos y el desarrollo de los programas de trabajo. Asimismo, se hará una revisión de seguimiento a mitad del periodo 2009-2012 y otra revisión final sobre los resultados totales del trienio.
El objetivo, según Rodríguez, es “fortalecer la evaluación y la rendición de cuentas ante los ciudadanos, ya que el 50 por ciento de la ayuda oficial al desarrollo española se destina al ámbito multilateral”. Las rendiciones de cuentas se presentarán ante el Parlamento y ante la ciudadanía y servirán para conocer “en qué estamos trabajando y qué resultados estamos obteniendo”. En este sentido, el acuerdo también incluye una estrategia de comunicación para sensibilizar e informar a la población española sobre el destino de los fondos procedentes de España.
El acuerdo estratégico también incluye un plan de acción detallado para aumentar el número de españoles que trabajan en el PNUD en todos los niveles. Según la secretaria de Estado, en la actualidad en el PNUD trabajan 84 funcionarios, entre ellos diez altos funcionarios, pero el acuerdo, precisó, no cuantifica con exactitud cuántos se incorporarán en los próximos años.
Según Helen Clark, para el PNUD supone “un privilegio ser la primera organización multilateral que firma con España un acuerdo multianual de este tipo”. “España no es una donante cualquiera, es un socio en todos los sentidos que participa en los debates”, explicó. Ese compromiso se refleja, prosiguió, en la “seriedad con que se toman este compromiso todos los partidos políticos españoles”, tal como pudo comprobar esta mañana durante su reunión con la Comisión de Cooperación del Congreso de los Diputados.
La contribución española, prosiguió, es aún más importantes en el actual contexto de crisis económica global, que está “afectando de forma especial a los países en vías de desarrollo”. “España es más ambiciosa que el resto de países y se ha puesto como compromiso llegar en 2012 al 0,7 por ciento del PIB en ayuda al desarrollo”, afirmó. “En 2005, el G8 asumió unos compromisos importantes que no se han cumplido en un 80 por ciento”, prosiguió. Esa “constante falta de cumplimiento de los compromisos se traduce en escepticismo” y, por ello, “España es un faro, porque sí ha cumplido sus compromisos”, manifestó.