La inversión en programas medioambientales, al igual que ha ocurrido con los de cooperación internacional, se ha visto reducida en estos tiempos de crisis. Sin embargo, las necesidades a las que responden estos programas siguen estando ahí, presentes e incluso agravándose en el tiempo.
En este contexto, el gobierno español ha decidido contribuir con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) con 7 millones de dólares, una cantidad que se invertirá en la conservación de la biodiversidad, las comunidades y las poblaciones indígenas de más de 15 áreas protegidas en Asia, África y América Latina.
En América Latina, el Parque Nacional Volcán Barú en Panamá y el Área de Conservación de La Montañona en El Salvador serán los beneficiados.
En ambos sitios se busca mejorar la dinámica económica y crear marcos legales para el uso sostenible de los recursos naturales.