El Sistema Público de Salud de La Rioja ha culminado la incorporación progresiva a su cartera de servicios del tratamiento integral y multidisciplinar de la obesidad mediante cirugía bariátrica, un conjunto de intervenciones mínimamente invasivas dirigidas al tratamiento de la obesidad mórbida con patología asociada de la que se beneficiarán entre 30 y 40 pacientes al año.
La consejera de Salud, María Martín, ha anunciado este nuevo procedimiento quirúrgico en un encuentro con los profesionales de los servicios implicados y en el que ha estado acompañada por la directora de Enfermería de Asistencia Especializada, Yolanda Caro; el director médico de Atención Especializada, Juan Antonio López; el jefe de Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo, Antonio Vizcaíno; el coordinador quirúrgico, Jesús Álvarez, y los dos cirujanos que llevan a cabo las nuevas técnicas contra la obesidad, Aitana García Tejero y Adrián Herrero.
De esta forma, tal como ha explicado Martín “cumplimos con uno de los objetivos marcados al inicio de esta legislatura, al asumir el Hospital San Pedro, con plenas garantías, el tratamiento quirúrgico para los pacientes con obesidad mórbida, es decir, personas con exceso de peso que puede aparejar serias afecciones para la salud”.
Además, la titular de Salud ha subrayado que “la puesta en marcha de la cirugía bariátrica en el sistema público de salud riojano es un modelo a seguir para futuras incorporaciones, después de que nuestros profesionales hayan completado un proceso de formación y superado con éxito una exigente fase de acreditación del Programa de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad, imprescindible para poder implantar esta técnica quirúrgica”.
La cirugía bariátrica supone la colaboración y coordinación de profesionales de diferentes servicios como son: Endrocrinología, Psiquiatría, Anestesia y Cirugía General y Aparato Digestivo.
Dos técnicas: gastrectomía vertical y by-pass gástrico
Los especialistas optan por la gastrectomía vertical, en el caso de pacientes con un índice de masa corporal de menos de 45 kg/m2, que padezcan enfermedades en las que exista mala absorción intestinal y/o en los que su situación de riesgo precise una técnica más sencilla. Por su parte, el by-pass gástrico, que es una técnica más compleja, está indicada para pacientes con un índice de masa corporal entre 45-55 kg/m2, con diabetes tipo 2, y como una técnica de reconversión tras una gastrectomía vertical, y como segunda intervención para tratar la superobesidad.
En concreto, en mayo de 2017 los cirujanos del Hospital San Pedro comenzaron a practicar la gastrectomía vertical, a la que ya se han sometido 22 pacientes. En marzo de 2018 se puso en marcha el by-pass gástrico al que ya se han sometido 10 riojanos. Todos los pacientes han presentado resultados favorables en cuanto a una pérdida de peso, satisfactoria y duradera, y a la resolución de sus enfermedades asociadas, sobre todo diabetes mellitus tipo 2 y apnea obstructiva del sueño.
Pacientes motivados y sin contraindicaciones, con IMC superior a 35-40 kg/m2
No todas las personas con obesidad son candidatas a estos tratamientos, en concreto el paciente debe de cumplir los siguientes criterios:
Edad: entre 18 y 55 años.
Indice de Masa Corporal igual o superior a 40 kg/m2 ó igual o superior a 35 kg/m2, con enfermedades asociadas (diabetes tipo 2, cardiopatías, apnea del sueño…).
Que la obesidad mórbida esté establecida, al menos, 5 años.
Fracasos continuados en tratamientos conservadores.
Ausencia de trastornos endocrinos que sean causa de la obesidad mórbida.
Estabilidad psicológica.
Compromiso de adhesión a las normas de seguimiento tras la cirugía.
Para que un paciente sea incluido en este programa es necesario que un psiquiatra valore que tiene capacidad de continuar con la dieta y compromiso de autocuidado. Esta cirugía exige además un cambio en el estilo de vida del paciente, que incluye no solo la cantidad de comida sino el tipo de alimentos que se ingieren.
Obesidad
La obesidad es la segunda causa de muerte evitable en los países desarrollados, solo superada por el tabaquismo. Según la Encuesta Nacional de Salud de 2017, la obesidad en la población adulta riojana se ha mantenido estable en los últimos cinco años, situándose en un 15%, 2,4 puntos inferior al conjunto nacional, con un 17,4%.
Esta enfermedad crónica facilita, además, la aparición de otras enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial, la elevación de los niveles de grasas en la sangre, la apnea del sueño o la degeneración de las articulaciones, que afectan gravemente a la calidad de vida y aumentan las posibilidades de sufrir lesiones cardiovasculares, cáncer y muerte prematura. El origen del aumento la obesidad está, según señalan los expertos, en el fácil acceso a alimentos con alto contenido calórico, la pérdida de la dieta mediterránea o el sedentarismo, tanto en niños como en adultos, del estilo de vida actual.