Ismael Fernández
, uno de los cuatro socios de la bodega familiar Señorío de Villarrica que el pasado domingo sucumbió a las llamas, ha recordado como fue el momento en el que le avisaron que su bodega estaba ardiendo. “A las cinco de la madrugada llamaron de la centra de alarmas y nos avisaron del incendio” dice Fernández, “cogí el coche y a medida que me iba acercando a la bodega veía las llamas. Fue como una película de miedo”. Ismael asegura que no sabía qué hacer “fue como un sueño, no nos podíamos creer lo que estaba pasando”.
Ismael en nombre de sus tres hermanos y del resto de su familia ha querido agradecer el apoyo recibido tanto del Gobierno de La Rioja como del Ministerio de Industria así como el de los alcaldes de la zona, del Consejo Regulador y organizaciones empresariales, trabajadores e incluso “la comprensión y el apoyo” de Helvettia, la compañía de seguros que se hará cargo de los desperfectos ocasionados en la bodega.
Fernández ha apuntado que la compañía de seguros investiga las causas del incendio aunque todavía no se baraja ninguna hipótesis ya que “por muchas vueltas que le demos, no sabemos lo que pudo pasar”, y por lo pronto, tanto el Director de Zona como el Director General de Helvettia ha confirmado a la familia Fernández que todo estaba en regla y “tenemos todos bien cubierto”.
Y es que la bodega Señorío de Villarrica, un negocio familiar, confía en el dinero del seguro para levantar de nuevo la bodega. Por lo pronto, la producción de vinos de calidad se trasladará a la bodega de San Asensio cuya capacidad es de 1.300.000 litros y aunque las instalaciones tendrán que acondicionarse para elaborar estos vinos, la familia confía en sacar adelante lo que queda de la producción.
Aunque Ismael no ha podido cuantificar las pérdidas, se estima que los 400.000 kilos de uva ya vendimiada podrían haberse perdido. Sin embargo, nadie de la familia ha podido acceder a la nave central de la bodega, donde se almacenaba la producción, y la más dañada por el fuego, debido al peligro de derrumbe ya que la estructura ha quedado muy dañada. Aunque se hubiera salvado algo, ha dicho Ismael, es muy probable que quede inutilizado debido a la gran cantidad de humo que envolvió la nave.
El fuego afectó a la nave principal y hundió el techo, una cúpula de madera que prendió rápidamente. La pared de la parte trasera ha quedado muy dañada por lo que día y noche, miembros de Protección Civil y la Guardia Civil vigilan para evitar que alguien pueda acceder al interior y que se produzca una desgracia.
En la actualidad, Bodegas Señorío de Villarrica, tiene en la actualidad de 12 a 14 trabajadores. Los empleados de Hervías han pasado a San Asensio “porque hay trabajos para todos, y son grandes profesionales que nos hacen falta”.
Señorío de Villarrica produce vinos de alta gama y exporta el 35% de su producción al exterior