El Gobierno considera que, de acuerdo con las recomendaciones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), el incremento de las tarifas integrales que entró en vigor a partir del 1 de julio debería haber sido superior al 6%, si bien en un “ejercicio de responsabilidad política” se optó por un ajuste progresivo de las mismas “que pueda ser asimilado por las economías domésticas en el medio plazo”.
En respuesta parlamentaria a una pregunta del diputado 'popular' Ramón Moreno el Gobierno admite que las tarifas integrales han crecido por encima del incremento del IPC durante este año, pues en la revisión de enero aumentaron un 4,3% de media y en la de julio un 1,75%.
Sin embargo, el Ejecutivo considera que, en lo referente a las domésticas, sí cumplió con su compromiso de no aumentar las tarifas eléctricas por encima de la inflación durante 2007, proponiendo una “solución paulatina del déficit tarifario que afecte lo menos posible al consumidor”.
Así, explica que las tarifas domésticas aumentaron a partir de enero un 2%, en línea con la inflación, mientras que la revisión de julio no afectó a los consumidores de baja tensión por debajo de 10kw, por lo que concluye que la subida para los 23 millones de hogares de tarifa doméstica “fue del 0%”, según las cifras que aporta en el documento.