Alberto Pizango, líder indígena peruano de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) acusado por el gobierno de su país de promover los enfrentamientos entre nativos y policías dejando un saldo de 34 muertos, ha conseguido que Nicaragua le acoja en calidad de asilado.
Pizango, tras conseguir el salvoconducto del Gobierno nicaragüense, se trasladó ayer hasta el país centroamericano.
Una vez en Nicaragua, Pizango declaró que “estamos entrando en una etapa humanitaria en la que todos deben preocuparse para evitar una catástrofe mundial por el calentamiento global”. Además se comprometió a no abandonará la lucha para promover a nivel internacional el respeto a los derechos de los pueblos indígenas de Perú.
Pizango se mostró “asombrado, muy preocupado y muy dolido” respecto a los enfrentamientos en la provincia amazónica de Bagua . Las muertes “fueron resultados desastrosos aunque el Gobierno ya no puede negarlo”, declaró.
Los enfrentamientos comenzaron con la huelga que los indígenas iniciaron hace semanas para evitar que la Ley Forestal, que les despojaría de la riqueza de los recursos naturales de sus tierras, entrara en vigor.
Según el periódico nicaraguense “La Prensa”, el presidente peruano Alan García acepta la decisión del Gobierno de Nicaragua de ofrecer asilo a Pizango.
“Si Nicaragua considera que el señor Pizango merece el asilo porque no tiene las condiciones de juicio justo [en Perú] pues hay que reconocer[lo]. Aunque no le guste a uno, eso se reconoce”, añadió García.
“La Prensa” recogía el testimonio de un grupo de manifestantes que al grito de “Pizango ¡asesino!” condenaban la decisión de Nicaragua de otorgar el asilo político al líder indígena.