Quien la sigue la consigue. Tras fallar claras ocasiones jugando con un jugador más, el Liverpool encarriló la eliminatoria en los últimos minutos. Dirk Kuyt y Steven Gerrard castigan la racanería futbolística de uno de los equipos más fuertes de Europa, el Inter. Marco Materazzi fue expulsado rigurosamente en el minuto 29 de la primera parte. El conjunto de Rafa Benítez intentó aprovechar la magia creada por la afición de Anfield e intentó poner en apuros a la portería defendida por Julio César.
El entrenador madrileño hizo una apuesta por el fútbol de ataque, dejando en el banquillo a Xavi Alonso. Lucas Leiva, junto a Javier Mascherano llevaron la manija del equipo. En el minuto dos los ingleses botaron un corner, y tras rebotar el balón en el defensa del Inter Iván Córdoba, reclamaron penalti. Tras varios minutos muy intensos, el ritmo del Liverpool bajó paulatinamente.
Por su parte, el conjunto dirigido por Roberto Mancini renunció el fútbol y se dedicó en la primera parte a defender las acometidas de sus rivales.
Muy bien asentados defensivamente, Estaban Cambiasso fue el único jugador que intentó ensanchar el campo, poniendo buenos balones a los delanteros milanistas. Pero su apuesta por el contraataque se vio refrendada en el minuto 29, ya que el colegiado expulsó por doble amarilla a Marco Materazzi. A partir de ese momento, los hombres de Mancini se encerraron atrás, y dieron una lección de cómo sacar un partido adelante con un jugador menos. El portero del Liverpool, José Manuel Reina, fue un aficionado más en Anfield, ya que en la primera parte no tuvo trabajo alguno.
Se nota que es el estreno del jugador madrileño en la máxima competición continental. Durante la primera parte puso en aprietos a la defensa milanista. Estuvo muy activo y con bastante frecuencia se desplazó hasta las bandas para crear espacios. El holandés Dirk Kuyt estuvo algo menos acertado, ya que durante los primeros 45 minutos pasó desapercibido. En el bando contrario, ni Julio Curz ni Zlatan IbrahimoviÄ mostraron la clase que se les presupone, ya que apenas entraron en contacto con el balón.
Con el transcurrir de los minutos parecía que el partido se les ponía perfecto a los hombres de Roberto Mancini. Con la expulsión de Materazzi, el Inter dejó al lado la elaboración futbolística para entregarse al arte de la defensa. Patrick Vieira entró por Julio Cruz. En el minuto 57, Fernando Torres tuvo una gran ocasión, al plantarse mano a mano con Julio César. El portero brasileño estuvo acertadísimo. Minutos más tarde el propio Torres pudo adelantar a los ‘reds’.
Rafa Benítez sabía la importancia del choque, ya que es la única competición donde el Liverpool tenía opciones de salvar la temporada. Puso toda la carne en el asador y sacó a Peter Crouch y Jermaine Pennant. Cuando parecía la racanería defensiva del Inter surtía efecto, Kuyt con un certero zapatazo adelantaría a los suyos en el minuto 84. Un resultado corto para tantas ocasiones desperdiciadas. Los ingleses hicieron un esfuerzo final, y el capitán Gerrard tras una gran jugada puso un justísimo 2-0. El Inter, a pesar de jugar con 10 jugadores desde el minuto 29, nunca quiso jugar al fútbol, mientras que el Liverpool, inmerso en un mar de dudas en la Premier, sacó de nuevo su orgullo de Champions.