La falta de remate, de definición, de pegada, es un lastre que condena a cualquier proyecto, independientemente de sus cualidades particualres, al fracaso. Sin pretender aplicar esta máxima del fútbol al futuro del Logroñés (gol, al menos hasta ahora, ha tenido), si que se puede extraer como conclusión de lo que se vivió este domingo en el arranque del partido en el Municipal ante el Huesca. Llegaron los oscenses crecidos desde su segundo puesto y se dieron cuenta que Las Gaunas es un feudo complicado. Tanto que no supiero hacer frente al Logroñés. Los blanquirrojos anularon a los oscenses, ahogaron su centro del campo y le condenaron a vivir de los balones largos y de las situaciones desesperadas (el primer intento del Huesca llegó desde el centro del campo con Heras adelantado).
Con la mitad del trabajo hecho, con un rival que apenas inquietaba el área del meta logroñés, los de Setién se pusieron a trabajar en busca del gol. Fue el balde. Y es que cualquier pretensión blanquirroja moría, indefectiblemente, en el borde del área. Por banda, con Zeki en una y Santamaría en la otra, la profunidad del Logroñés era limitada. Se ganó la línea de fondo pero sólo eso. El último toque, el definitivo, el que a la postre define tu situación en la clasificación no llegaba.
Así hasta que el Huesca, por primera vez, consiguió enhebrar una jugada. Y lo hizo a la perfección. Tocó el balón desde su campo para que, ya en el área blanquirroja Roldán y Roberto combinaran y este último, de tiro cruzado, batiera a Heras. Una jugada redonda. No se deshquició el Logroñés y trató de dar continuidad a lo expuesto antes del gol oscense. Lo consiguieron los de Setién pero con los mismos vicios que habían mostrado hasta ese momento. Dominaron y llevaron el peso del partido pero al descanso el Huesca era el que mandaba en el marcador.
En la reanudación el panorama no fue tan positivo para el Logroñés. El Huesca , 45 minutos después, quiso llevar el mando del partido y lo consiguió. El Logroñés se vio entonces superado. Sin sitio sobre el campo y sin saber qué hacer para superar al equipo azulgrana, la mejor opción (que no la más efectiva) fue la del balón largo.
De nada sirvió. Sin referencias en el centro del campo, sin bandas peligrosas, el Huesca se limitó a dejar pasar los minutos y a controlar el partido para acabar llevándose los tres puntos después de establecer el definitivo 0-2 al transformar Lalo una pena máxima que el colegiado se inventó en una falta de Galiano.
FICHA TÉCNICA:
Logroñés: Heras, Eneko (Jorge Campos, m. 64), Machote, Raúl García, Galiano, Candelas, Santamaría, Jaume, Ubis, José y Zeki (Cyril,m. 75).Huesca:
Larrosa, Roberto, Ripa (Rubio, m. 85), Chechu, Castán, Rico, Roberto (Neny, m. 88), Sorribas, Edu Roldán, Lalo y Corona.
Árbitro: Ramón Torralba Jiménez, del colegio catalán. Amonestó a los visitantes Larrosa, Sorribas, Corona y Ripa y a los locales Santamaría y Machote. En el minuto 90 expulsó con roja directa a Galiano.
Goles: 0-1, m. 30: Roberto. 0-2, m. 90: Lalo (p)
Incidencias: Partido disputado en Las Gaunas ante unos 1500 espectadores.