El Real Madrid parece haber aprendido la lección que la pasada temporada le enseñó el Unicaja en los playoffs de tres partidos. El equipo de Joan Plaza ha comenzado la lucha por el título completamente centrado e intenso, sin dar una sola opción a la sorpresa y colocando el 1-0 en la eliminatoria de manera incontestable.
El partido comenzó igualado, pero esa sensación apenas duró unos minutos, los que tardó el Madrid en poner tierra de por medio y comenzar a manejar ventajas superiores a los diez puntos. La fórmula utilizada fue simple: defender y correr. El despliegue atrás del Madrid fue muy superior a lo que venía mostrando en la temporada regular y así marcó las diferencias.
Además, la Penya tuvo la mala suerte de perder a su estrella, Ricky Rubio, en los primeros minutos cuando el base de Masnou se resbaló e hizo un mal gesto que le dejó fuera del partido.
LA SEGUNDA PARTE SOBRÓ
Con marcadores como 30-15 o 52-25, la segunda parte fue un mero trámite en el que la Penya se limitó a tratar de dejar su deventaja por debajo de los 20 puntos, algo que sólo logró en los minutos de partido.
Al final, 79-62 y una importante sensación de superioridad del Real Madrid, que tendrá su primera oportunidad de sentenciar la serie y conseguir su billete para semifinales el próximo lunes en Badalona.