El montañero riojano Alfredo García que ha regresado a Logroño tras ascender al Broad Peak, de 8.047 metros, ha explicado a EFE que se tomará con “calma” regresar al Himalaya “porque hay que pensar todo en frío y no tengo prisa”.
El riojano ha culminado en las últimas semanas la ascensión a su tercer “ochomil”, cuyo descenso coincidió con la tragedia ocurrida en el K-2, la segunda montaña más alta del mundo, también en el Himalaya.
Oficialmente en esa tragedia se produjeron 11 muertos, aunque hace más de una semana el propio García recordó que las autoridades dan a otros siete alpinistas por desaparecidos “y a 8.300 metros no puede haber nadie vivo” lo que elevaría la cifra de víctimas a 18.
El viaje de regreso a Logroño “ha sido muy largo, hemos tardado ocho días” y ha estado marcado por el “revuelo” que encontraron en la capital pakistaní, Islamabad, “con muchos medios de comunicación, montañeros y familiares de los fallecidos” en el accidente del K2.
Sobre esta tema, el riojano tiene una idea clara, aunque hay familias que han viajado al K2 “no tiene sentido pensar en rescatar los cuerpos” porque “sería jugarse la vida” y, de hecho, “un porteador decidió subir a por un cadáver y murió él”, relata.
Por todo ello reconoce que entre los montañeros que acuden al Himalaya “ya no hay ánimo para subir este año” y además “la temporada prácticamente está acabada” aunque “tenemos noticias de que hay tres norteamericanos que van a intentar llegar a la cumbre del K2, pero no sé si lo harán al final”.
“Aunque sepas lo que te juegas allí y lo que te esperas, se te quitan las ganas”, reconoce el riojano.
Por ello ha insistido en que “no tengo proyectos de futuro” y “sólo pienso en descansar” y “los proyectos que haga en el futuro los prepararé con mucho tiempo”.