Una semana de concentraciones en Sol, las cuales aún persisten tras el 22-M, y la difusión en las redes sociales sirvieron para crear hermanamientos de “Democracia Real Ya” en múltiples capitales europeas. Una de las que más han sintonizado con la causa española de la Puerta del Sol es sin duda Grecia, que renegocia con Bruselas y el FMI su deuda para no caer en bancarrota.
7.000 jóvenes del país heleno se hicieron notar en la plaza Sintagma de la capital ateniense. Como en Madrid se trataba de una protesta pacífica para mostrar su “indignación” y su rechazo a pagar las consecuencias de la crisis financiera. El lugar elegido fue más emblemático incluso que el madrileño, puesto que la plaza Sintagma da entrada al parlamento griego. Hasta allí se desplazaron los miles de jóvenes convocados igualmente por las redes sociales y organizados a la perfección.
La protesta pudo seguirse en directo a través de Internet. Facebook ofrecía imágenes de la concentración cada intervalo de tiempo, dado que en esta convocatoria también estaban presentes jóvenes españoles que portaron pancartas con lemas similares a los de Madrid. Entre unos y otros, destacó el de “No creo en nada, no espero nada. Soy libre”, versos del escritor heleno Nikos Kazantzkis.
El antecedente a esta concentración se remonta a la primera vez que Grecia solicitó ayuda a la UE para ser rescatada. En aquel momento, se vivieron momentos de tensión por el alto grado de violencia de los altercados que recorrieron las calles de Atenas. Sin embargo, esta manifestación de indignación nada tiene que ver con aquella. El fondo es el mismo, pero las formas son otras. En primer lugar, como en España, es una protesta apartidista, pacífica, con un llamamiento a la solidaridad y a la defensa de unos principios de protesta comunes: rechazo a la subida de impuestos, rechazo a las medidas de recorte del gasto social y petición de recortes en los organismos estatales para reducir la burocracia.
Y el día de la cita también tuvo su simbolismo, porque un equipo de expertos de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional acudieron a Atenas este miércoles para reunirse con el ministro socialista de Finanzas, Yorgos Papaconstantínu, y revisar las medidas de austeridad. Ésta pasará por más recortes sociales, que van a alcanzar a las pensiones y a las jubilaciones. Y las autoridades monetarias, probablemente si Grecia quiere salvarse de la quema, impondrán otra subida de impuestos para corregir el déficit.
Grecia se coordinará con España para mantener en pie las concentraciones.