Después de tres semanas, tocaba probarse en la pista ante un rival. Veinte días de trabajo sin comprobar si se va o no por el buen camino. Así que el Naturhouse se desplazó hasta tierras burgalesas para medirse al Villa de Aranda en un amistoso con fines benéficos -lo recaudado fue a parar a la Asociación de Autismo de Aranda-. Cierto que el resultado es lo de menos, pero que la victoria sonriera a los franjivinos invita al optimismo.
El 30-32 final no debe ocultar que a este bloque le falta continuidad en el ritmo, algo lógico por encontrarse en agosto. Faltó velocidad y fluidez en ataque, no se pudo correr tanto como le hubiera gustado a Jota González, hubo desajustes defensivos -habituales en estos inicios- y los nuevos van tratando de adquirir conceptos. La mejor noticia fue que las altas empiezan a integrarse -Keppelin mostró hechuras de portero- y que un chaval de 16 años, Edu Cadarso, gozara de sus primeros minutos con el primer equipo -ahí queda su gol y los dos penaltis que provocó-.
En este sentido, Garabaya -tanto en defensa, donde exhibió tablas, y en ataque- y Rocas -parece que asentado en el lateral- evidenciaron, al menos este miércoles, estar un punto por encima del resto. Asimismo, los extremos Ángel Fernández y Pedro Rodríguez mostraron fiabilidad desde los extremos pese a que no pudieron explotar el contragolpe. Stenmalm, por su parte, estuvo irregular, en la línea general del equipo.
Por su parte, de los nuevos, Keppelin, que disputó los primeros 30 minutos, dejó muestras de que la portería franjivina está bien cubierta con él y con capitán Aginagalde. El pivote Alberto Val acabó expulsado, debido a tres exclusiones, mientras que Carlos Molina y Garciamendia debutaron con la elástica franjivina evidenciando todavía que en defensa no tienen los automatismos que desea el técnico pucelano, por lo que gozaron de mayor participación en ataque.
La próxima cita será el viernes en el Palacio ante Ademar (19.00). Un duelo más exigente en labores defensivas y que puede ser una piedra de toque para saber dónde debe mejorar un cuadro riojano que ya conoce que una de sus apuestas de esta campaña, el serbio Terzic sufrió la rotura del cruzado durante la disputa del Mundial junior que se disputó en Brasil, por lo que el lateral estará al menos 6 meses alejado de las pistas. Un contratiempo importante para el bloque de Jota González, que comenzará su andadura en Asobal el próximo 5 de septiembre en el Palacio (20.00) frente al Balonmano Aragón.