El Naturhouse naufraga en Cuenca
Cuenca 2016: Kappelin (portero), Mendoza (4), Capote (7), Paván (9), Ivankovic (2), Markovic (7, 2 penalti), Pedro (2) –siete inicial- Corzo (2), Sabonis, Rafa López, De Hita y Grosas (1).
Naturhouse La Rioja: Lorger (portero), Juárez (2) Tioumentsev (3), Paco López (6), Praznik (3), Lorger (p), Garabaya (1) –siete inicial- Velasco (1), Sorrentino (2), Aguinagalde (portero), Álex (1), Kosic, Velasco (1) y Silva (2).
PARCIALES: Primer tiempo: 3-1, 6-3, 10-6, 12-7, 14-9, 17-10. Segundo tiempo: 20-13, 22-13, 24-18, 26-22, 31-22 y 34-24. ÁRBITROS: Raloy López y Sabroso Ramírez. Exclusión a Grosas (2) en el Cuenca 2016 y a Kosic y Pacp López en el Naturhouse. PABELLÓN: El Sargal. 2.250 espectadores.
CUENCA - NATURHOUSE LA RIOJA, 34-24
El Naturhouse La Rioja no se presentó con la intensidad debida a su partido en El Sargal y en los primeros cuarenta minutos cedió una ventaja que posteriormente fue insalvable para sus intereses. Así, en ningún momento fueron capaces de parar ni en defensa ni en portería a los laterales cubanos del equipo local y consiguieron una ventaja que fue imposible de salvar, pese a la garra de Paco López en la segunda mitad.
El Cuenca 2016 salió mucho mejor al partido. El conjunto riojano no estuvo intenso ni en defensa ni en ataque y casi sin enterarse encajó un 2-0 demasiado negativo para sus intereses. Los de Jota, lejos de la gran imagen que habían mostrado fuera de casa hasta el momento, pronto se vieron con un 4-1 en el marcador frente a un Capote superlativo.
El equipo franjivino no encontró el sistema pero sí vio un nivel de reacción en el extremo Parra que hizo cuatro de los seis primeros goles de los de Jota y mantuvo vivo al equipo entre los dos y los tres tantos, manteniendo la distancia.
De todos modos, no se veía acierto en los riojanos, sobre todo en la portería, que era incapaz de detener nada, ni con Lorger, ni con Aguinagalde, y así era imposible buscar alguna reacción.
Por tanto, con la buena defensa conquense y el poco acierto de los metas visitantes, el equipo local se fue viniendo arriba hasta firmar un ventaja máxima de siete goles con la que cerraría el primer tiempo, apoyados en su conexión cubana de Paván y Capote.
Lo cierto es que en ciertos tramos del partido el equipo conquense estuvo imparable y consiguió mantener las distancias incluso cuando sus ataques no eran ordenados y la defensa riojana se comportó bien, pero también la suerte influyó y los rechaces fueron goles.
Con esta dinámica entre buen juego y suerte, además de un equipo riojano que no se rendía, se llegó hasta una ventaja de diez para los conquenses al inicio del segundo tiempo, quizá injusta porque los visitantes mejoraban en ataque fendas.
Fue Paco López el que empezó a echarse a los riojanos a la espalda cuando vio la situación desesperada porque con cuatro goles consecutivos convirtió la ventaja de diez en seis, poniendo emoción al partido.
Sin embargo, fue un espejismo, los riojanos se quedaron sin fuerzas y un poco más de tranquilidad de los conquenses en ataque, sumada a las buenas acciones en la portería de Kappelin, lograron cerrar un marcador realmente cómodo para los locales, pese a que el Naturhouse dio más guerra de lo que indica la ventaja inicial.
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