El nuevo gobierno de unidad tunecino se desploma
Túnez sigue viviendo una continua inestabilidad política a pesar de la huída del país del que fuera su presidente por 23 años, Zine al Abidine Ben Alí, y de la formación de un nuevo gobierno de coalición que alberga tanto a ministros del régimen anterior como a algunos opositores.
Cientos de manifestantes han vuelto a salir a las calles de la capital tunecina para reclamar la destitución del nuevo Ejecutivo de los ministros vinculados con el régimen de Ben Alí.
“Esto continuará todos los días hasta que nos deshagamos del partido gobernante”, afirma Faydi Borni, un profesor. “Nos deshicimos del dictador pero no de la dictadura. Queremos deshacernos de este gobierno que nos ha tenido callados durante 30 años”, añade.
Sin embargo, no todos los tunecinos respaldan las protestas. “Hemos estado viviendo demasiado tiempo bajo presión pero quizá deberíamos dar una oportunidad al gobierno”, afirma una mujer, que prefiere no dar su nombre. “La gente todavía tiene la opción de votar”, subraya.
Al margen de la protesta, la vida parece haber vuelto a la normalidad y de hecho los tranvías pasan en medio de los manifestantes. Según los residentes, las calles de la capital permanecieron tranquilas durante la noche, sin disparos ni saqueos. Además, en una señal de que la seguridad mejora, la televisión estatal ha informado de que el toque de queda nocturno se ha acortado tres horas, permaneciendo vigente entre las 20:00 y las 5:00 horas.
Por su parte, el que fuera partido del ex mandatario, la Reagrupación Constitucional Democrática (RDC) ha ordenado la expulsión de sus filas de Ben Alí y de otros seis altos cargos de su régimen, según informa la televisión estatal tunecina.
Además del presidente y dirigente de la formación, en el punto de mira de la oposición y de las protestas ciudadanas en Túnez, se ha expulsado del partido a su consejero Abdelaziz Ben Dhia, su asesor político Abdelwaheb Abdallah, su yerno Sakhr El Materi, su cuñado Belhassen Trabelsi, su jefe de gabinete Iyadh Ouedreni y a su ex ministro del Interior Rafik Belhadj Kacem.
Según la televisión, que cita un comunicado del RCD publicado a última hora del martes, la expulsión se produce “sobre la base de la investigación llevada a cabo a nivel del partido, tras los graves acontecimientos que han sacudido al país”.
Por otra parte, el presidente interino, Fouad Mebazaa, y el primer ministro, Mohamed Ghannouchi, habían anunciado ayer su salida del RCD. Esta es una de las demandas formuladas por los partidos de la oposición que han entrado en el gobierno de unidad nacional. Sin embargo, todavía quedan otros cuatro ministros del gabinete que proceden de las filas del RCD y que aún no han anunciado su salida de esta formación.
Nuevas debilidades
Pese a estos cambios, el nuevo gobierno tunecino sigue presentando debilidades. El poderoso sindicato Unión General de Trabajadores de Túnez (UGGT) ha advertido este martes de que no regresará al Ejecutivo. En este sentido, el líder sindical, Abid al Briki, declaró a Reuters que la “condición clave” impuesta por el UGGT es que el Ejecutivo “no incluya a ningún ministro que formase parte del anterior gobierno”. “Esta petición no incluye a Mohamed Gannouchi, que fue requerido por orden constitucional para formar un nuevo gobierno”, aclaró Al Briki.
El UGGT anunció este martes la salida de la administración interina de sus tres representantes: Houssine Dimassi, designado ministro de Formación y Empleo, y los secretarios de Estado Abdeljelil Bedoui y Anouar Ben Gueddour. A esta salida le siguió la del líder del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades, Mustafá Ben Jaafar, que había sido designado ayer ministro de Sanidad.
Apoyo exterior
Por otro lado, Estados Unidos ha querido expresar su apoyo a Túnez en el proceso de cambio que está viviendo. Así lo ha manifestado la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien llamó por teléfono al ministro de Asuntos Exteriores tunecino, Kamel Morjane, para expresarle su apoyo al pueblo de Túnez en la transición política.
Además, Clinton urge al gobierno del país magrebí a restablecer el orden lo antes posible y subraya la importancia de atender las preocupaciones de la sociedad por la falta de libertades civiles y oportunidades económicas, así como la necesidad de avanzar hacia unas elecciones democráticas creíbles.
En este sentido, aplaude la voluntad manifestada por Ghannouchi y Mebazza de trabajar con todo el espectro político y con la sociedad civil para implementar un gobierno representativo.
Por último, la diplomática estadounidense ofreció a Morjane la ayuda de Estados Unidos para alcanzar los objetivos de Túnez, se lee en el comunicado hecho público por el Departamento de Estado.
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