Josette Sheeran, la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PAM), viaja a las zonas más afectadas por las inundaciones de Pakistán para supervisar la distribución de comida entre los grupos de población más vulnerables . Mientras tanto, desde la sede de Naciones Unidas (ONU), declaran que se necesita más material sanitario ya que continúan aumentando las enfermedades derivadas de la catástrofe.
Desde que comenzaron las inundaciones a finales de julio, este organismo ha repartido alimentos a más de 2.5 millones de personas afectadas.
Por otro lado, el PAM ha subrayado que duplicará el número de helicópteros en sus operaciones, de cinco a diez, ya que unos 800.000 pakistaníes situados en las zonas más afectadas por las inundaciones dependen exclusivamente de la entrega de ayuda por aire porque por tierra no se puede acceder debido al mal estado de las carretas.
Aumentan las necesidades sanitarias
Dotar de servicios sanitarios a los millones de afectados por las inundaciones en Pakistán, continúa siendo prioritario para las agencias humanitarias de la ONU.
El portavoz de Naciones Unidas, Martin Nesirky, ha afirmado en una rueda de prensa en la sede de la organización que “las necesidades médicas en Pakistán siguen aumentando ya que los afectados continúan buscando tratamiento para las enfermedades surgidas tras el desastre”.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha declarado que unos 400 centros de salud de los 1.000 instalados en las regiones afectadas por las inundaciones han quedado dañados o destruidos por la catástrofe natural. En este sentido, Nesirky aseguró que serán necesarios varios meses para poder restaurar las clínicas, centros sanitarios, escuelas y otras infraestructuras públicas afectadas. “La mayoría de ellas no recuperarán la capacidad de mantenerse operativas a corto plazo”, indicó el portavoz de la ONU.
Según datos de la OMS, 3,7 millones de personas recibieron algún tipo de tratamiento entre el 29 de julio y el 23 de agosto. Las enfermedades más comunes fueron la diarrea, las infecciones respiratorias aguas, las enfermedades cutáneas y los supuestos casos de malaria . Sin embargo, hasta la fecha, muchos de los afectados siguen sin recibir tratamiento y los casos de malaria aun por confirmar han aumentado en las provincias de Baluchistán y Sindh.