Este estudio evidencia una creciente inquietud ciudadana por los partidos políticos, que ya ocupan el quinto lugar de la relación de problemas nacionales.
El sondeo, hecho público este miércoles, se basa en 2.482 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 234 municipios de 48 provincias entre el 4 y el 13 de junio y tiene un margen de error de más/menos 2 por ciento.
En concreto, el paro, que sigue liderando la lista por décimo mes consecutivo, fue citado por un 73,8 por ciento de los entrevistados (3,5 puntos menos que en mayo), mientras que los problemas de índole económica se anotaron un 48,4 por ciento de las respuestas repitiendo en segundo puesto.
INMIGRACIÓN Y TERRORISMO, TERCERO Y CUARTO PUESTO
En tercer lugar se mantiene la inmigración (16,6 por ciento de respuestas), seguida del terrorismo (13,6 por ciento). El trabajo de campo para esta encuesta concluyó seis días antes del último atentado mortal de ETA, que costó la vida al inspector de Policía en Vizcaya el 19 de junio Eduardo Puelles.
La novedad está en el quinto puesto, que el mes pasado fue para la clase política. En concreto, los partidos políticos fueron citados como un problema por cerca del 13 por ciento de los entrevistados. En el barómetro del mes anterior, los partidos políticos ya subieron hasta el séptimo puesto de la lista, con un 10 por ciento de menciones.
Con este cambio, la inseguridad ciudadana pasa a convertirse en la sexta preocupación de los españoles, que la citan en un 12,6 por ciento de respuestas.
Cuando se pregunta a los entrevistados qué problemas le afectan más personalmente, lo más mencionado son los problemas de índole económica en general (40,7 por ciento), inmediatamente seguido del paro (35,6 por ciento).
El resto de asuntos quedan muy atrás. En tercer lugar figura la vivienda (10,9 por ciento), seguido de la inseguridad ciudadana (8,8 por ciento) y los problemas relacionados con la calidad del empleo (7,3 por ciento).
AUMENTAN LOS QUE AUGURAN UNA MEJORÍA
Como es habitual, el CIS también se interesó en junio por la percepción que tienen los ciudadanos de la situación económica y de sus augurios para el futuro. La actual coyuntura es “mala” o “muy mala” para cerca del 68 por ciento, dos puntos menos que en el sondeo de mayo, mientras que sólo el 4 por ciento la ve “bien” o “muy bien”.
Para dentro de un año, el 25 por ciento de los entrevistados pronostica que la economía del país mejorará, tres puntos más en relación con el mes de mayo, frente al 24,5 por ciento que cree que irá a peor, cinco puntos menos que en el estudio anterior.
Respecto al diagnóstico de la situación política, el 9 por ciento la considera “buena” o “muy buena”, pero un 48,5 la tacha de “mala” o “muy mala”, un porcentaje ligeramente superior al de mayo (47,3 por ciento). Además, los que creen que empeorará en doce meses (17 por ciento) superan a los que confían en que mejore (12,5 por ciento).