El Zamora no es el mejor rival posible para cerrar la primera vuelta. Probablemente ninguno lo sea, pero el calendario ha querido que el Logroñés regresa a la competición en 2008 midiéndose ante uno de los huesos del grupo, el Zamora, cuarto clasificado, imbatido en casa y con ganas de olvidar un pésimo mes de diciembre en el que sólo ha sumado tres de los doce puntos que disputó. Y si a ello se suma que las sanciones lastran al Logroñés, el panorama para los de Setién no es muy halagüeño.
Lo cierto es que los rojiblancos afrontarán una nueva final este domingo (17.00 horas) en tierras castellanas. El objetivo no puede ser otro que buscar la tercera victoria a domicilio que sirva para enderezar una deficiente primera vuelta. Y es que desde la visita de la Ponferradina a Logroño (1-1) el Logroñés ha invertido su progresión y cinco derrotas en siete partidos han puesto en entredicho desde al propio Quique Setién (que salvó su primera 'bola de partido' en Guadalajara) hasta la propia plantilla.
Con la duda instalada sobre todos ellos, si el equipo no logra sacar un resultado positivo en el Ruta de la Plata, los nervios y las tensiones podrían regresar otra vez al seno del club que confiaba estar, a estas alturas, en el otro 'play off', el de ascenso. Lo que sí se verá es la capacidad de improvisación del técnico cántabro. Candelas, Raúl García y Jaume, por acumulación, y Zeki, por expulsión, eran, además de los lesionados Chus López, Omar y Miguel las bajas con que tendría que afrontar el choque de Zamora si bien, toda vez que según al Federación Española Jaume tiene cuatro y no cinco tarjetas, el cerebro blanquirrojo volverá a ejercer de organizador con Iván Díaz para un partido en el que Setién ha completado la convocatoria con Iñigo.
En el carril izquierdo, el más 'tocado', las candidaturas son las de Machote y José mientras que en la zaga, el puesto de Raúl García será, en principio, para Eneko. Demasiadas variaciones para afrontar un partido duro en el que puntuar puede ser vital.