El precio de la vivienda continuó su descenso en agosto, al caer un 4,6% en relación al mismo mes del ejercicio anterior, con lo que encadena seis meses consecutivos de descensos, según el Indice de Mercados Inmobiliarios Españoles (IMIE) de la tasadora Tinsa, que tiene en cuenta la evolución del valor por metro cuadrado de vivienda libre.
La entidad destacó que esta caída es la más importante desde que el índice entró en zona negativa el pasado mes de marzo. La costa mediterránea fue la zona en la que más bajó el precio, con una caída del 8,3% en agosto frente al 6,2% correspondiente al mes de julio, marcando de nuevo el peor registro de las cinco zonas y aumentado el diferencial respecto al descenso general.
Las otras dos zonas que peor se comportaron fueron las capitales y grandes ciudades, que bajaron un 5,7%, y las áreas metropolitanas, cuyo descenso fue del 7,1%. Los descensos menos acusados fueron para las Islas Baleares y Canarias, con un 3,8%, y el resto de municipios, con una caída del 1% respecto al índice de agosto del año pasado.
La tasadora explica que la diferencia entre las zonas con el mayor y el menor descenso relativo superó en agosto los siete puntos porcentuales, lo que demuestra que los mercados inmobiliarios tienen un marcado carácter local.
DESCENSO PROGRESIVO
El descenso en el precio de la vivienda ha ido aumentando de manera progresiva desde el pasado mes de marzo, primer mes del año en el que comenzó a caer, con un descenso del 0,3%. En abril, la caída aumentó hasta el 0,6% y en mayo dio el salto hasta el 2%, lo que supuso un acusado descenso de 1,4 puntos porcentuales. En junio, la caída aumentó hasta el 2,5% y en julio se elevó hasta el 3,9%.
Precisamente, la tasadora ya anunció a principios del mes de julio que el precio de la vivienda todavía tendría que bajar “bastante más” si el mercado quería dar salida al 'stock' actual de 400.000 inmuebles.
Asimismo, la entidad destacó entonces que, de acuerdo al IMIE, el descenso del valor de la vivienda provocará que el esfuerzo financiero bruto siga corrigiéndose para acercarse a niveles previos a 2006, es decir, “cercanos al 25%” frente al casi 32% actual.
Por otro lado, subrayó que el 'stock' de vivienda nueva podría llegar a los 800.000-900.000 inmuebles a final de año, unas existencias que tardarían en desaparecer entre uno y dos años dependiendo del número de casas que se iniciaran y de la capacidad de las entidades financieras para conceder créditos.