La situación en Haití aún es grave a pesar del “progreso encomiable” que se ha conseguido desde el terremoto que devastó este país caribeño hace ya tres meses, según afirmó este viernes la vicesecretaria general de la ONU, Asha Rose Migiro, después de la visita que ha realizado a la zona.
“Lo que está claro es que existe la necesidad de recordar a Haití, hay una necesidad de seguir poniendo nuestra atención sobre este país y que siga estando en el centro”, aseguró. “El apoyo definitivo de la comunidad internacional y de Naciones Unidas seguirá durante largo tiempo para ayudarles en la reconstrucción”, añadió.
Entre los progresos, Migiro indicó el regreso de los menores a la escuela, los millones de personas a los que se ha dado refugio, alimentos y agua potable, y los logros del Gobierno en restaurar sus instituciones y su autoridad.
Pero subrayó que las mujeres y los niños necesitan una protección mayor de la violencia sexual en los campamentos, y millones de haitianos aún carecen de refugios seguros con la estación de lluvias aproximándose al país. “Así que aún queda mucho por hacer”, prosiguió. “Necesitamos tener soluciones para dar una educación mejor a los niños, una sanidad adecuada, refugio e instalaciones médicas”, aseguró.
La violencia de género, que ya existía antes del terremoto, empeoró después. “La prisión también quedó destrozada y los presos se escaparon de allí, habiendo sido condenados una parte por violaciones o abusos sexuales, y esto también supone una amenaza”, afirmó. Entre las causas de la violencia, apuntó a la proximidad de las tiendas en los campamentos y la falta de privacidad.
Pero también indicó que hay optimismo hacia el futuro. “Al final, a pesar de los grandes desafíos, dejé Puerto Príncipe con la confianza de que Haití se recuperará”, manifestó. “La gente está determinada a construir su país con sus propias manos, el Gobierno sigue mostrando un liderazgo y un sentido de progreso”, aseguró.